«No soy un quejica, pero sí reclamo que los compromisos con el territorio se cumplan»

-¿Esta es la vez que más le ha costado dar el paso?

-No. La complicada fue la de después del primer mandato, que fue duro. Siempre hay que pensar que se firma para cuatro años y hay mucho que reflexionar antes de dar el paso. Pero hay factores para continuar, si quieren los vecinos. Considero que estamos en un proceso de cambio importante en el concejo y yo quiero participar de él. Tuvimos muchas dificultades en el primer mandato y en parte del segundo. Entonces, solo pudimos equilibrar el Ayuntamiento en lo económico.

-Si gana, ¿habrá cambios en su equipo de gobierno?

-El núcleo continuará. Habrá algunos cambios con entrada de gente joven. Pero no muchos.

-¿Delia Campomanes, que va de número dos por la coalición a la Junta?

-Irá también en nuestra lista. Es un valor. Es joven, preparada y con experiencia por su trabajo como edil de Urbanismo. Es una mujer que no se puede perder. Si logra escaño, se verá, pero no podrá jugar dos partidos a la vez.

-¿Cuál es el plan para el concejo?

-Hubo actuaciones que se han retrasado por la pandemia. Mieres está cambiando y tenemos que regresar a la senda de las inversiones. Ya tenemos comprometidos cerca de veinte millones de euros, de fondos municipales, para diferentes proyectos. Y trabajamos en varias direcciones para lograr que Mieres sea un lugar agradable para vivir, con la mejora de todos los servicios públicos. El empleo es importante, y por eso el campus universitario de Barredo tiene que jugar un importante papel para ser polo de atracción empresarial desde la investigación.

-Sobre el campus, los estudios de Minas de Oviedo se van a integrar en Barredo.

-Durante muchos años estuvimos reclamando, desde el Ayuntamiento, la implantación del Grado de Deportes sin desmerecer a ninguna otra ciudad, ni a Oviedo ni a Gijón. Y eso a pesar de que se anunció en 2017 para nuestro concejo. Ahora, con Minas, hemos pasado de la reclamación al insulto. Entiendo que ese límite nunca se debería de sobrepasar.

-¿Mantiene algún tipo de contacto con Alfredo Canteli, el alcalde de Oviedo?

-No. Coincidimos en algunos actos.

-Pero sí que tienen un proyecto común.

-Sí, el tren histórico entre Trubia hasta Collanzo (Aller), que ya creo que va a ser como la alta velocidad ferroviaria (la variante de Pajares), por lo que veo que vamos a tener que esperar. El pasado octubre tenía que haber comenzado las pruebas y no tenemos información.

-Igual es que Renfe tiene ahora otras preocupaciones.

-Por lo menos, en nuestra línea -la de ancho métrico- las medidas ya están tomadas. En serio, cualquier vecino se pregunta que cómo es posible que haya un error de esta categoría, que se encarguen trenes que no caben por los túneles. Feve es un servicio esencial en la región, puede ser el metrotrén de Asturias. Y ahora, a esperar otros tres años, con lo largas que son todas las tramitaciones administrativas.

-También se están viendo muchos enfrentamientos entre el Ayuntamiento y el Principado.

-Confío en que se rectifique el camino por el que se está transitando en este momento. Vamos a tener problemas. Pido volver a la cordura y a cumplir con los acuerdos adquiridos y que no queden en papel mojado.

-Parece que los dos principales elementos de fricción se van a encauzar.

-Sí, volvemos a presentar el plan turístico del Caudal en esta nueva convocatoria y esperamos que no haya disculpas para quedar fuera. Lo mismo con el proyecto municipal para optar a fondos de la Transición Justa, que también quedó excluido del reparto de fondos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este es el último tren de las cuencas mineras. Tenemos que estar a todas, pero el Gobierno regional también. La ubicación de Mieres es fantástica y podríamos atraer a jóvenes que quieran vivir aquí, pero carecemos de viviendas en alquiler, que era otra promesa. Como los pisos tutelados de Turón. Yo no soy un quejica, pero reclamo que se cumplan los compromisos adquiridos».