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A. FUENTE
MIERES.
Jueves, 19 de octubre 2017, 04:12
Las paredes blancas y los amplios espacios que en su día albergaron colecciones pictóricas van a adaptarse para recibir la actividad de Proyecto Hombre en Mieres. «Ya hemos realizado labores de limpieza en el interior de la Casa Duró y hoy -por ayer- comenzamos ... a realizar pequeñas mejoras del edificio, como es pintar», explicaba el director del centro en el Caudal, Juan Antonio Álvarez. Estas tareas, explicaba, las van a realizar los propios usuarios de la unidad terapéutica. «Luego, hay otra serie de arreglos que tienen que ser realizador por profesionales, como son asuntos de electricidad o fontanería», aclaraba. El objetivo es tener el edificio operativo para la segunda quincena de noviembre.
A partir de entonces, toda la actividad que ahora se desarrolla en la Casa Rectoral -que se encuentra en el número 31 de la calle Jerónimo Ibrán- se llevará a este antiguo centro expositivo. La actual sede ya no se encuentra en una situación adecuada para seguir albergando el centro terapéutico de día, servicio que ofrece atención a personas residentes con necesidades y demandas relacionadas con el uso de drogas y las drogodependencias. El centro cuenta actualmente con 27 usuarios.
El cierre del centro de arte de la Casa Duró fue una decisión del gobierno de Izquierda Unida en 2012. Entre las razones que entonces se dieron entonces destacó el que llevara meses sin albergar muestra alguna y que el mantenimiento del centro conllevaba unos gastos inasumibles, de entre 1.500 y 2.000 euros por cada exposición.
El director del centro señaló que también se pondrá en funcionamiento, de forma escalonada, el programa Reciella. Se trata de una iniciativa específica de atención a menores y jóvenes con algún tipo de adicción. El director de la entidad, Luis Manuel Flórez, 'Floro', ya adelantó en EL COMERCIO, su puesta en servicio en el Caudal. «Se trata de dar un paso más en nuestro compromiso con este concejo», explicaba. Lo novedoso de esta iniciativa es que sirve de herramienta de información y asesoramiento para los chavales y sus familias ante cualquier tipo de adicción, ya sea alcohol, drogas o las nuevas tecnologías, «que también generan un problema de dependencia», aseguró.
Este plan ya se desarrolla en Oviedo desde el 2004 y durante 2016 se atendieron casi 200 casos, con lo que se evidencia la necesidad de su implantación en la comarca y la demanda de dar una respuesta a esta problemática en adolescentes y en su entorno más cercano. Reciella quiere ser un instrumento de apoyo a aquellas familias con hijos que se ven absorbidos por alguna adicción.
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