Antonio Ortega muestra un respirador autónomo a dos de los nuevos miembros de la Brigada, Iván García y Rubén Álvarez. J. C. ROMÁN

«Es un orgullo formar parte de este cuerpo»

La Brigada de Salvamento Minero recibe a sus nuevos componentes | «La acogida ha sido muy buena, es como una familia», subraya el lavianés Rubén Álvarez, uno de los nuevos miembros del equipo

ALEJANDRO FUENTE

POZO FONDÓN (LANGREO).

Martes, 4 de febrero 2020, 00:19

El equipo está todavía sin estrenar. Los nuevos miembros que se incorporaban ayer a la Brigada de Salvamento Minero en el Pozo Fondón de Sama procedieron a etiquetar sus nuevas prendas. Son cinco los nuevos componentes de este cuerpo de rescate de élite que ... completan la unidad hasta los veinte miembros. Lo asumen con total normalidad, sin darle mayor importancia, aunque son ellos quienes entran en una mina o un en espacio confinado cuando el resto solo busca una salida. «Lo vi como una oportunidad laboral más», explica Rubén Álvarez. Tiene 36 años y es de Laviana. Trabajó ocho años en el Pozo Carrio y otros dos en Nicolasa. «El recibimiento ha sido muy bueno -dice mirando de reojo a sus nuevos compañeros-; esto es como una familia».

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El nuevo componente de la Brigada de Salvamento Minero tiene claro que este es un trabajo «vocacional». «Sí, tengo el apoyo de mi familia y también está orgullosa de que entre en este cuerpo». Asegura que ya quería entrar desde hace tiempo, «mucho antes del interés mediático generado por el rescate del pequeño Julen en la localidad malagueña de Totalán», dice en referencia a la actuación de enero del año pasado.

Iván García tiene 33 años y es de Aller. Cumple con uno de los requisitos característicos de la Brigada: humildad; apenas quiere hablar y no le da mayor trascendencia a una labor que sí que es importante. «Eché la solicitud, pasé las pruebas y aquí estoy», comentaba con sus nuevos compañeros.

Formación constante

Al frente de la Brigada está Antonio Ortega que también lleva poco más de un año en el cuerpo. «Aquí somos más o menos todos nuevos, contamos con una edad media de 36 ó 37 años», explica. Aún así él ya ha tenido bastantes experiencias y visibilidad mediática. Ahora toca formar a los nuevos componentes, los cuatro brigadistas y el chófer. «Ahora reciben formación pura y dura de lo que es un rescate: en breve recibirán formación en técnicas de salvamento en altura y escalada, y después hay una serie de módulos de formación que se centran en atmósferas en explosión o gases en minas», detalló.

¿Y si hubiera que actuar ya? «Vendrían con nosotros; tendríamos en cuenta que son nuevos, pero es bueno que entren en la dinámica y vean cómo es. Por mucho que nos formemos,hasta que no llega la hora de la verdad es difícil ver cómo actúa cada uno».

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Ortega se acuerda muy bien de su etapa de novato en el cuerpo. «Hemos tenido bastante actividad, ha sido un año bastante movido en ámbitos de fuera de la minera». ¿Qué es lo que empuja a un minero a convertirse en rescatador? «Vocación; hace muchos años que tenía ganas de pertenecer a este cuerpo. Todos somos mineros y siempre hemos sufrido de cerca algún accidente».

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