M. VARELA
LANGREO.
Viernes, 10 de diciembre 2021, 01:44
Con más de 70.000 vecinos, el concejo de Langreo lograba materializar en los años 70 dos grandes proyectos: la construcción de un hospital y varias torres de pisos. Era el crecimiento de la parroquia de Riaño. En los años 72 y 73 casi un ... centenar de familias, mayoritariamente jóvenes con hijos, se trasladaron a vivir al denominado polígono residencial de Riaño. «Llegábamos muy ilusionados con los pisos pero no había nada más, ni un buen saneamiento, ni médico y nuestros hijos iban a clase a unos barracones», recordaba ayer Felicitas Gil, una de las impulsoras del movimiento vecinal. Sin avances en el transcurrir de un barrio que sólo crecía en número de vecinos, en 1975 «cuatro mujeres hablamos de que no queríamos ser un barrio dormitorio y pusimos carteles por los portales para una reunión y pedir, unidos, al Ayuntamiento cosas básicas para nuestras familias. Acudieron 200 mujeres», añadía.
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Con ese amplio respaldo no hubo dudas. «Comenzamos a luchar por tener unas condiciones de vida dignas para todos», destaca Felicitas. Y con las reivindicaciones en 1976 formalizaron el colectivo como Asociación de Amas de Casa; «fue la forma legal que había para que se nos tuviese en cuenta, más tarde fuimos la Asociación de Vecinos de Riaño, desde donde hoy seguimos reclamando limpieza de parques, calles y todo lo que creemos que debe hacerse por nuestro pueblo». La historia de esas mujeres y de sus familias, que lograron crear un distrito con dos colegios, un ambulatorio, una Casa de la Cultura, zonas verdes de ocio ha sido plasmada por el director de cine Marino Franco, en el documental '1975. El asociacionismo como medio de evolución'. En la proyección se cuenta cómo se fraguó la lucha de 45 años de la hoy Asociación de Vecinos de Riaño. Un documental rodado en las calles y los espacios logrados por estos vecinos, y que cuenta con el testimonio de casi una treintena de ellos, mayoritariamente de vecinas que recuerdan una lucha que hoy sigue presente.
Entre esos testimonios está el de María del Mar García González, que llegó en los primeros meses con su tres hijos muy pequeños. «Los pisos eran una maravilla, llegábamos de una casa muy humilde de Sama. Fue mucha ilusión y después nos tocó luchar. Lo importante es que siempre estuvimos muy unidos todos los vecinos. Todo lo que conseguimos fue a base de manifestaciones, hasta tuvimos que salir para que nos recogiesen la basura. Ahora podemos decir orgullosos que somos de Riaño».
Un orgullo que conquistó a Marino Franco. «Desde esta asociación suelen llamarme para presentar mis trabajos y al conocer su historia no tuve dudas. Había que darla a conocer, son quizás el movimiento asociativo más longevo de Asturias y siguen en la brecha. Han ido consiguiendo con perseverancia y lucha sus objetivos». Esta tarde en el Nuevo Teatro de La Felguera se presentará el documental, y los vecinos interesados podrán adquirir una copia en CD para el recuerdo.
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