M. VARELA
BLIMEA.
Domingo, 2 de octubre 2022, 01:03
Una cría de lobo fallecía en la mañana de ayer en una huerta de la localidad blimeína de Peñacorvera, a pesar de los cuidados que le dispensaron los vecinos para tratar de mantenerle con vida.
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Todo hace presuponer que este lobezno, en principio con tan ... solo unos meses de vida, pudo ser atropellado y ante la imposibilidad de caminar se refugió en una huerta de esta zona blimeína, donde en la mañana de ayer era localizado por vecinos de la zona, aún vivo, pero en muy mal estado.
Todos se afanaron en mantenerlo con vida, hubo vecinos que le acercaron agua y leche en un intento de que el animal se recuperase, pero las escasas fuerzas que tenía no le sirvieron para mojar su morro, por lo que a los pocos minutos fallecía ante los vecinos que luchaban para que continuase con vida.
El suceso fue puesto en conocimiento del personal de la unidad del Seprona, perteneciente a la Guardia Civil, para que recogiesen al animal ya fallecido.
Ellos fueron los que a lo largo de la tarde confirmaron a los vecinos que se trataba de un lobezno, ya que hubo momentos en los que algunos apostaron a que podía tratarse de un cachorro de zorro.
Estos blimeínos mostraron su pesar por el trágico desenlace, y ante la creencia de que el animal pudiese haber estado varios días por dicha huerta sin que nadie se percatase de su presencia, ya que era localizado junto a un pequeño invernadero que ahora no se utiliza con tanta asiduidad como en meses anteriores.
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Y es que se localizaron varios rastros de excrementos bajo un banco artesanal ubicado cerca de la estructura de un pequeño invernadero, ubicado en ducha huerta, donde fue localizado el lobezno, y donde además había rastros de haber estado arañando el terreno, en un intento por sobrevivir y recuperarse de sus heridas.
Horas antes de localizar al pequeño lobezno, vecinos del distrito langreano de Riaño avistaban de lejos lo que creen que puede ser una marta, que se alejaba hacia la zona boscosa de la zona alta tras la iglesia.
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Después de ver a ese animal, esos mismos vecinos descubrieron lo habría estado haciendo en dos gallineros de la zona.
Más de un treintena de gallinas fueron descubiertas muertas por sus propietarios. Algunas estaban sueltas, aunque encerradas, pero otras muchas, destinadas a poner huevos, se encontraban dentro de jaulas en el interior de uno de los gallineros. Todas murieron.
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