Morcín reclama proyectos comarcales para aprovechar los fondos procedentes de la UE

¿Cuál sería la solución? El regidor señala que las actuaciones que se ponen sobre la mesa deberían alejarse del ámbito puramente municipal y se tendrían que buscar actuaciones para toda la comarca, «que puedan dar beneficio a todos los municipios de una misma zona». Lo fundamental, continuaba, es buscar actividades económicas diferentes al monocultivo del carbón. «La realidad tiene que ir de la mano de lo que es el propio discurso que mana de la Unión Europea de intentar que el medio rural tenga las mejores infraestructuras posibles, estamos hablando de red de aguas, saneamientos, carreteras y, fundamentalmente, acabar con la brecha digital», apuntaba. «El problema que tenemos todas las administraciones es buscar recursos que nos permitan el trabajar en el medio rural en las mismas condiciones que el resto de la región».

Más que eficiencia energética y rehabilitación de viviendas, para el alcalde estos fondos tendrían que servir para el impulso de nuevas industrias, que se fomente la inversión público-privada, y la creación de empleo. «Las bases están claras y es difícil poder modificarlas; pero reclamamos que vengan ayudas que den solución a los problemas de los ayuntamientos y que sirvan para fijar empleo y población; en Morcín, el trabajo se encuentra en el medio rural».

Mino es consciente de que ya no va a ser posible recuperar la población perdida -sobre todo, tras el fin de la actividad extractiva del carbón en el municipio- pero sí que reclama «alternativas en líneas de ayudas que permitan crear empleo de calidad».

El alcalde de Morcín, por otro lado, también se refirió a uno de los proyectos en marcha a financiación con 600.000 euros de fondos mineros, que es la senda circular del Monsacro con la que se quiere aprovechar el tirón turístico de este entorno natural. La ruta tendrá una longitud de doce kilómetros y se aprovechará la existencia de caminos ya existentes. No obstante, el Ayuntamiento se ha encontrado con el rechazo del Principado a realizar ciertas actuaciones en el entorno, que está catalogado como Bien de Interés Cultural, y que se centra en el uso de materiales para adecuar estas sendas.