Melany Cabo es una joven enfermera que desarrolla su labor en el Hospital Central de Asturias (HUCA), en Oviedo. «Estamos hasta arriba de trabajo», asegura haciendo referencia a la actual situación de crisis sanitaria. Cuando finaliza su larga jornada de trabajo llega a ... su casa del pequeño núcleo de Rozacajil, en Riosa. «Por seguridad, antes de entrar a mi domicilio, me tengo que quitar la ropa para proceder a su inmediato lavado y ducharme». Eso en una situación normal. Pero no puede hacerlo; «muchos días tengo que dejar las prendas metidas en una bolsa de basura y arreglarme como puedo en mi higiene». ¿El problema? «Pues que un día sí y otro también estamos sin agua corriente en el pueblo».
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La falta de este servicio básico es esencial para cualquier vecino, relata, pero es que para ella disponer de agua se convierte en un elemento más de seguridad sanitaria. «Llevamos ya desde el martes por la tarde sin una sola gota que salga del grifo».
¿Reclamaciones? «Muchas», continúa esta enfermera que vive con sus padres en la casa. «Pero en el Ayuntamiento no nos hacen caso alguno; pasan de nosotros, como si fuéramos ciudadanos de segunda». Los medios para pedir una solución han sido variados: por escrito en la casa consistorial, por vía telefónica y hasta por mensajería móvil. «Y así llevamos desde el 2006», subraya la joven.
La familia relata que desde septiembre de este año han ido marcando los días que han estado sin servicio. «Más de veinte, y en las jornadas festivas o cuando el problema surge a partir de las tres de la tarde, ya no viene nadie a solucionarlo. En ocasiones ya ni en horario laboral», cuenta.
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Ya no es sorpresa abrir el grifo y... «otro día más sin agua». A los problemas sanitarios se unen los domésticos; «cuando se nos queme la bomba de agua, el lavavajillas, la lavadora o el termo, ¿me lo va a abonar el Ayuntamiento? ¿Tan difícil es localizar y arreglar esta avería?¿Tanto dinero cuesta? ¿No pagamos nuestros recibos?».
En el último escrito remitido al Ayuntamiento se señala claramente que «estamos pasando una pandemia y el agua es un elemento básico e imprescindible que, aunque fuera el caso, que no lo es, si no pagara los recibos no podrían cortarme el suministro».
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En este pequeño pueblo residen de forma habitual los tres miembros de esta familia. «Pero hay otras dos casas que se ocupan los fines de semana y tenemos todos el mismo problema», afirma Melany Cabo.
Precisamente, la viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, mantuvo la semana pasada una reunión con la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz. En ella se abordaron actuaciones en materia de mejora de la red abastecimiento.
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