Lydia Espina pone en manos de la inspección educativa la agresión al niño autista

La máxima autoridad de la educación asturiana habría recibido una carta de la madre del pequeños de 12 años agredido en el que se le explicaba como se estaba viviendo este hecho en la familia. Así le explicaba que «a mi hijo lo agredieron dos chicos de 15 y 16 años», y tras relatar la agresión anal, por donde le introdujeron un chicle tras cogerlo por la espalda, esta madre apunta: «No eran cualquiera, eran conocidos, sabedores de su condición». A su juicio la agresión recibida es, además, «una vejación, vulneración del derecho a recibir un buen trato como el resto de los compañeros». Incide la progenitora en que dicho acto contra su hijo es una «humillación y un delito sexual porque nadie puede tocarte tus partes íntimas como tuvo que aprender mi hijo a raíz de este repugnante hecho».

«Mi hijo creía que era una broma porque decía que se reían, que hacían 'jajaja'. Él no contó nada, menos mal que quedan héroes que le pusieron voz». Y asegura que «ya no me quedan lágrimas, quiero que mi hijo crezca en plena inclusión», remarca.