En libertad con orden de alejamiento un detenido por el tiroteo de Riaño

Agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Langreo-San Martín del Rey Aurelio procedieron ayer al arresto del mencionado implicado y pasó a disposición judicial a lo largo de la mañana. En las inmediaciones de la sede judicial, en la calle Víctor Felgueroso de Sama, se agruparon numerosos familiares del detenido.

Pasaban pocos minutos de la medianoche que daba comienzo al domingo cuando sucedieron los hechos. «Sonaron como voladores», explicaba un testigo de lo sucedido. Pero resultaron ser tiros de escopeta, hasta cuatro según pudieron contar quienes andaban por la zona.

El autor fue un vecino de Riaño, de una familia que está considerada como muy conflictiva. Tiroteó a una mujer, con quien mantiene una relación de parentesco, desde la calle a la ventana donde se encontraba asomada, cerca de la mencionada escuela. Resultó herida en un brazo. Hasta el lugar acudieron los servicios sanitarios y trasladaron a la víctima al Hospital Valle del Nalón, que se encuentra a escasos metros.

Se trata de una familia tristemente conocida en la zona por que genera muchos problemas entre los vecinos. Por eso ha sido casi inmediata la identificación del autor de los disparos por parte de la Policía Nacional. La comisaría de Langreo-San Martín del Rey Aurelio investiga lo sucedido y ha emitido una orden de búsqueda y captura para lograr el arresto del sospechoso.

Las primeras hipótesis apuntan a viejas rencillas entre los miembros de esta familia, «que soluciona sus problemas así, a tiros o de forma violenta», señalan desde Riaño. «La verdad es que tienen atemorizados a todos los vecinos del distrito. Suyos son los parques, las zonas de recreo y los aparcamientos», lamentan en el barrio.

Ya son viejos conocidos de la Policía. De hecho, están vinculados a otros problemas de convivencia en el concejo, como es en la Joécara, donde hace tiempo que se denuncia una pérdida de calidad de vida por conflictos constantes.

También estuvieron implicados en la brutal agresión, en julio de 2016, a un socorrista de las piscinas de Riaño, al poco tiempo de abrirse. Los vecinos, preocupados, reclaman más seguridad en las calles de la población.