Langreo plantea instalar cámaras de videovigilancia en el barrio de La Joécara

Que la convivencia es complicada en el barrio langreano de La Joécara no es algo bueno. Desde el Ayuntamiento se adoptaron varias medidas para evitar incidentes, pero no han conseguido atajar las peleas y los conflictos. Ante esta situación, que para juicio de los vecinos se alarga demasiado en el tiempo, el equipo de gobierno, plantea una nueva actuación: instalar cámaras de videovigilancia una vez que el municipio vuelve a la normalidad tras superar la crisis sanitaria.

La medida lleva varios meses sobre la mesa del equipo de gobierno langreano y forma parte del acuerdo de gobierno que pactaron hace diez meses los socialistas y Ciudadanos para que los primeros tuvieran la Alcaldía. Con la colocación de cámaras de seguridad se busca mejorar la convivencia en La Joécara, un barrio ubicado en el distrito de Sama y donde la mayoría de los residentes son de avanzada edad. En el caso de que surgieran trifulcas en las calles, las cámaras podrían servir para identificar a los implicados y facilitarían la labor de la Policía Local y Nacional.

Además, con la activación de estos dispositivos se podrá controlar el tráfico. Uno de los aspectos de los que se quejan los vecinos es que los coches circulan a gran velocidad por las calles del barrio, cuando la velocidad está limitada. La situación es conocida por el Consistorio desde el pasado mandato, cuando los problemas de convivencia se incrementaron en 2018. En junio de ese año, los representantes municipales mantuvieron una reunión con los vecinos para tratar de calmar los ánimos y dar con una solución a dichos problemas. Pero antes de que acabara la reunión, cuando una vecina iba hacia su casa fue agredida por un miembro de una familia conflictiva y tuvieron que intervenir las fuerzas del orden. La situación ha mejorado poco desde entonces. Si bien, no hubo más agresiones y se retiraron ayudas sociales a las familias problemáticas, sin menores a su cargo.

Los vecinos aseguran actualmente que la mayoría de los problemas de convivencia son causados por varias familias que se instalaron en el barrio hace unos años y «a las que no les interesa convivir, solo hacer lo que les da la gana. Es como si se hubiesen apoderado del barrio y los de siempre les sobramos», se quejan los vecinos.