El langreano Alfonso Ramos entra en el Salón de la Fama de la FIFA en Zúrich

«Me invitó la federación para hacerme entrega de una placa por mi trayectoria en los E-sports pero que plasmara mis manos en un molde fue una sorpresa y muy emocionante estar ahora en ese Salón de la Fama; es una pasada», explicaba.

Sigue sin haber otra persona en el mundo que posea dos mundiales en su haber. Ya se ha retirado de la competición del FIFA, en la que empezó ya de pequeño -con una Playstation 2, cuando el juego 'online' comenzaba a popularizarse-, pero no se ha desvinculado del todo de los E-sports; sigue siendo comentarista en el deporte digital y también desde los terrenos de juego. Ahora ya se encuentra centrado en su labor profesional, docente de Educación Física en el colegio de Cangas de Onís.

Fue en mayo de 2018; la ciudad de Berlín acogía la final de la FIFA Interactive World Cup, en la que los 32 mejores jugadores del mundo de fútbol interactivo se reunieron cara a cara para competir por el título. Ramos derrotó al estadounidense Michael Ribeiro por 3-1, asegurándose el título y los 20.000 dólares del premio (unos 12.600 euros). La final del campeonato contó con una asistencia de público a la altura de una competición deportiva real: 20.500 personas. Entonces participaban unos 100.000 jugadores de todo el mundo; en el Dubái, en 2011, la cifra ya era de más de 1,3 millones de participantes. En esa ocasión, venció al búlgaro Krasimir Ivanov por 2-1.

Pero no va a ser el único honor para este jugador a lo largo de este año. Será en agosto cuando Ramos pregone las fiestas de Sama, «todo un orgullo».

Su vinculación al fútbol va mucho más allá del videojuego; este joven de 34 años también ha sido entrenador del Alcázar de Sama.