Un joven de Blimea lleva cinco días hospitalizado tras recibir una paliza en las fiestas de La Felguera

En la madrugada del pasado domingo, en plena vorágine de las fiestas felguerinas de San Pedro, en la conocida zona de copas y ocio de La Pomar, un joven veinteañero vecino de Blimea sufría una brutal agresión en plena calle. Testigos de lo sucedido apuntan que unas cinco personas no dejaban de darle patadas y gritarle cuando estaba en el suelo, sangrando y sin poder defenderse. ¿El resultado? La mandíbula destrozada y varias costillas rotas, que llevaron a que el joven fuese ingresado en el HUCA. Lleva allí ya cinco días recuperándose de una paliza que ha tenido además otras consecuencias en las últimas horas.

Así, un amigo del joven herido, también vecino de San Martín del Rey Aurelio, fue agredido por el padre y el hermano de uno de los presuntos agresores del blimeíno hospitalizado. El incidente tuvo lugar en dependencias del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio. Los hechos ocurrían pasadas las dos y media de la tarde del pasado martes, a la salida del plan de empleo que están cursando el agredido y el hijo de los presuntos atacantes. Se produjo delante de varios testigo. Los dos presuntos agresores abordaron al joven golpeándole en repetidas ocasiones. Todo apunta a que es una continuación de la pelea del sábado en La Felguera.

Los otros perjudicados de esta alteración continuada de su vida diaria son los vecinos de La Joécara y de La Pomar. En concreto, quienes residen en la avenida de La Reguera, en la zona de La Pomar, expresaban este miércoles su repulsa a las continuas peleas que los fines de semana se producen junto a sus portales.

Una convivencia que vuelve a complicarse en el barrio de La Joécara, donde las peleas, presuntamente entre dos familias rivales desde hace tiempo, vuelven a complicar el día a día. Varios vecinos aseguraban que en la tarde del pasado martes un vecino que llegó, a la zona de la primera travesía de La Joécara, en coche disparó tres veces contra varias personas que caminaban por el paseo junto al río Triana, sin que hubiese consecuencias. Los vecinos relatan que «los tres disparos se escucharon perfectamente», y apuntan que «habían discutido al final de la mañana y la zanjaron con los disparos». «No hemos denunciado por miedo a que luego se metan con nosotros, les tenemos miedo», dicen los vecinos.

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