María Carmen Peanilla González, de 49 años, fallecía en la tarde del martes en su domicilio en el distrito langreano de Sama tras declararse un incendio en la habitación donde presuntamente estaba descansando con su pareja Francisco F, de 71 años, que resultó herido ... de gravedad. Su hija, Tamara Trapiello, que se encontraba en otra estancia de la vivienda -concretamente en la sala de estar- resultaba ilesa.
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El origen del incendio está siendo investigado por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía. En principio, se barajan dos hipótesis. Una es la que relató la hija de la fallecida a familiares y vecinas: que uno de los enchufes del dormitorio donde se inicio el fuego fallase y produjese un cortocircuito que derivó en llamas que incendiaron toda la habitación. Y la otra es que pudiese haber sido provocado, de manera consciente o inconsciente. Esta segunda hipótesis cobra fuerza atendiendo a los gritos de Francisco que, desde la ventana de la cocina y dirigiéndose a Tamara -quien ya se encontraba en la calle- repetía: «¿Qué has hecho? ¡Has matado a tu madre!»
Una escena que estremeció a los vecinos, ya que ocurría mientras el fuego calcinaba la habitación donde presuntamente aún estaba su pareja. Dichos testigos recordaban cómo la joven, que presenta una discapacidad intelectual, «ya tuvo hace tiempo algún problema con el fuego cuando vivía con la abuela», si bien les cuesta creer que en esta ocasión haya podido, «al menos de forma consciente», dar inicio al fuego que terminó con la vida de su madre, relata S. M., vecina de Sama.
Por otra parte, el estado de Francisco, de 71 años, preocupa a sus allegados. Ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) continúa grave, si bien fuentes cercadas a la familia apuntaron ayer que está estable, y que «parece que está remontando un poco». Presenta quemaduras en varias partes de su cuerpo, posiblemente de intentar sofocar las llamas y de salvar a su pareja, así como dificultades respiratorias por inhalación de humo. Y es que Francisco se negó a salir de la vivienda cuando dos vecinos subieron hasta el primero para ayudarlos. Ya en el rellano de la puerta de entrada al piso, al percatarse de que faltaba su pareja, entró de nuevo en la casa llamando a Mari según relatan estos vecinos.
Mientras prosigue la investigación que pretende clarificar el terrible suceso, los familiares de la fallecida, María Carmen Peanilla González, la despedirán esta tarde, a las 17.30 horas, en el tanatorio de Langreo. Desde allí sus restos serán trasladados al crematorio de La Florida, donde serán incinerados.
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El incendio tuvo lugar el martes por la tarde en Sama. El intenso humo alertó a vecinos y viandantes. Dos jóvenes fueron los primeros en intervenir. Entraron en el portal. «Al intentar subir hasta el primer piso tuvimos que apagar un poco las llamas que había en la escalera con un par de paraguas que estaban por allí y una manta vieja». Recuerdan que había fuego en las escaleras, «no demasiado, pero el humo era muy denso». Y apuntan que «había cables colgando». No lograron convencer a Francisco para que se pusiese a salvo. Con la llegada de las fuerzas de seguridad y los bomberos, la situación comenzó a controlarse, Francisco bajo de la vivienda y los bomberos sacaron el cuerpo de Mari. Además, realizaron un rastreo por todo el edificio para verificar que no hubiese más personas afectadas. A las 17.28 horas, tan solo media horas después de iniciarse las llamas, se daba el incendio por controlado. Hubo que esperar una hora más para que se produjese el levantamiento del cadáver.
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