Ráfagas al cielo en Aller para despedir a Sergio

Minutos antes de las seis de la tarde, la comitiva fúnebre salía del tanatorio de Moreda hacia iglesia de Cabañaquinta precedida por más de un centenar de motoristas llegados de toda Asturias. «Ráfagas al cielo», era la frase más repetida por los motoristas, sabedores del gran amor que el joven allerano sentía por las motos desde muy pequeño, una aficción que compartía con sus padres, con quienes se han volcado familiares y amigos: «Tenemos que acompañarlos en su dolor. Todos estaban muy unidos. Va a ser complicado hacernos a la idea de que Sergio no está», comentaba uno de los motoristas que participaba en la emotiva despedida.

En la iglesia y su entorno sobraban las palabras para darse cuenta de lo querida que es la familia en la localidad allerana. Todos recordaban a Sergio y sus ganas de colaborar en cualquier cosa que se organizase en el pueblo. A la salida, el rugir de la motos se hizo si cabe más intenso para despedir a Sergio y reconfrotar a los suyos.