Secciones
Servicios
Destacamos
A. FUENTE
OVIEDO / MIERES.
Domingo, 4 de diciembre 2022, 01:10
Están siendo días duros para la familia Salazar. El pasado 12 de noviembre se cumplían tres años de la muerte a cuchilladas del pequeño de diez hermanos, Luis, a manos de su suegro en Mieres. Un día antes, el 11, los nervios estaban a flor ... de piel después de cinco jornadas de juicio por el crimen en el que estuvieron a muy pocos metros del condenado por este asesinato, Juan Antonio Felipe Román. Ese día comenzaba la deliberación del jurado popular. A última hora de la tarde se emitía el veredicto de culpabilidad. Y el pasado viernes se publicaba la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.
«Hemos estado tres semanas machacados por esta espera», afirmaba ayer desde Benavente la hermana mayor de la víctima, Carmen. Entrecomilla la palabra 'satisfacción' por los 22 años de cárcel, ya que recuerda que Luis «no está con nosotros». Está convencida de que la defensa va a recurrir, «pero vamos a pelear para que no se rebaje un solo día la pena de prisión, queremos justicia».
El magistrado-presidente del tribunal, Javier Rodríguez Luengos, no se ahorraba calificativos en la sentencia. Considera que el condenado asesinó «con gran brutalidad, crueldad y violencia» a su yerno. Además de la pena privativa de libertad, el fallo impone la medida de libertad vigilada de diez años para su cumplimiento después de la cárcel. En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a su nieto e hijo de la víctima, Luis Salazar, con la suma de 200.000 euros; a cada uno de los ocho hermanos deberá abonar la cuantía de 60.000 euros, así como la misma cantidad a cada uno de los padres. Se asumen, así, todas las peticiones de la Fiscalía. La familia no dijo una sola palabra sobre el dinero, pero reclaman que se procese a todas las personas que considera están implicadas en este crimen. «Esto no ha acabado».
«Nuestro abogado -Ignacio Botas- pedía 25 años. Le quitaron tres por el atenuante de confesión. Al final, fueron esos 22 que reclamaba la Fiscalía. Nos parece bien. Es lo que hay, otra cosa no podemos hacer», declaraba Carmen Salazar. ¿Contentos? «Solo lo estaríamos si no hubiera pasado esto».
En la sentencia, redactada por el magistrado Javier Rodríguez Luengos, se da por probado que minutos antes de las ocho de la mañana del 12 de noviembre de 2019, Juan Antonio Felipe Román se dirigió al domicilio de su yerno. La víctima le abrió la puerta y le invitó a charlar en la cocina. «Juan Antonio, sin mediar palabra alguna, de forma absolutamente sorpresiva y sin que Luis pudiera imaginarse en ningún momento el ataque, sacó de entre sus ropas un arma blanca, tipo cuchillo o machete con una hoja de filo de gran tamaño, y, con intención de acabar con la vida de Luis, se lo clavó con una gran violencia en su abdomen, provocando una herida de tal gravedad que produjo que se salieran vísceras».
En el texto se señala que, como consecuencia de la magnitud de estas cuchilladas, y a pesar de intentar defenderse Luis de los ataques los pocos momentos que consiguió mantenerse en pie, «cayó tendido en el suelo, en donde Juan Antonio, valiéndose del mismo cuchillo y aprovechándose de que en esa situación Luis ya no podía defenderse, le propinó numerosos cortes con gran ímpetu, tanto en la cabeza como en el cuello, llegando a propinarle hasta un total de veinticinco puñaladas con la única finalidad de asegurarse su muerte».
El motivo se centró en las diferencias familiares por la custodia del hijo de Luis cuando se estaba separando de la hija del asesino.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.