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Las labores de rescate duraron un mes, con varios retrasos por el mal tiempo. J. M. PARDO
«Espero que se tomen medidas para que no vuelva a ocurrir»

«Espero que se tomen medidas para que no vuelva a ocurrir»

Accidente. Se cumple un año del alud que sepultó a dos operarios en San Isidro. El hijo de Virgilio García pide que la muerte de su padre haya servido para algo

MARTA VARELA

Domingo, 2 de enero 2022, 01:39

Un año se cumple ya de las muertes de César Fernández y Virgilio García. Los trabajadores de la máquina fresadora que fue tragada y arrastrada en el puerto de San Isidro por un alud de gigantescas dimensiones que el 1 de enero del pasado año 2021 llevaba la tragedia a dos familias asturianas. Familiares y amigos han decidido que este aniversario se desarrolle en la intimidad. Tan solo el hijo de García que lleva el nombre de su padre puntualizó que «no ha sido sencillo acostumbrarnos a vivir sin el patriarca, lo era todo para nosotros. Solo esperamos que se tomen las medidas necesarias para que no vuelva a suceder algo así».

La zona es uno de los ejemplos de tramos en la región con riesgo de aludes sobre las carreteras. La Administración ha implementado algunas soluciones, como las viseras de San Isidro o de la carretera a Sotres, o voladuras controladas cuando hay excesos de nieve, entre otras.

Ascender al puerto de San Isidro desde Aller resulta complicado para los miles de amantes de los deportes de invierno, transitar por la zona de Riofrío lleva a una inevitable mirada hacia el lugar por donde la nieve arrastró a la máquina. Desde hace unos días y gracias a los compañeros de trabajo del hijo de Virgilio García, su recuerdo se ha convertido en una sencilla pero emocionante escultura en la que aparece la fresadora, y el nombre de los dos operarios fallecidos. Unas flores en su recuerdo y el cariño de los amigos, compañeros y usuarios del puerto mantendrán vivo el recuerdo de dos buenas personas.

El accidente

Los hechos ocurrieron a las tres y media de la tarde del 1 de enero de 2021. Varios derrumbes de nieve comenzaban a dificultar el tránsito por la carretera de acceso a Fuentes de Invierno y el puerto San Isidro. Sobre las cuatro y cuarto, César Fernández, vecino de Mieres de 53 años y Virgilio García, ovetense de 61 años, trabajaban con la máquina fresadora por el entorno de Riofrío.

Una hora más tarde los compañeros de trabajo de García y Fernández alertaban de que la fresadora no había llegado. Los hermanos Cordero, propietarios del Hotel La Braña, en el pueblo de La Raya, creían que estaba atendiendo a dos coches atrapados por un alud en la zona de las viseras. Pero una hora sin noticias era demasiado, y cogieron sus todoterrenos para bajar hasta el lugar. El paisaje de la zona había cambiado de forma radical, el alud había sido grande y destructor. La máquina fresadora no estaba, no había ni restos de ella ni de sus ocupantes. Los empresarios alleranos apenas pudieron pensar, había personas atrapadas en dos vehículos, una de ellas herida, por lo que alertaron a los equipos de rescate y ellos mismos comenzaron a atender a los encerrados por la nieve. Era inevitable mirar hacia el fondo, en su interior sabían que entre esa cantidad de nieve deberían estar César y Virgilio. A las ocho de la tarde comenzaba de forma oficial el rescate de los dos trabajadores de carreteras del Principado. La máxima era localizarlos en el menor tiempo ante la creencia de todos de que estarían vivos. El primer mazazo llegó casi a medianoche, cuando se localizaba sin vida el cuerpo de César Fernández. Pero la montaña dio un revés, continuaba el temporal de nieve y frío se complicó el rescate, la máquina quitanieves apareció el 2 de enero a unos 200 metros de la carretera. Aún se tuvo que esperar a la mañana del 30 de enero para recuperar el cuerpo sin vida de Virgilio García

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