Entran en una sidrería de Riaño por el 'alcantarillazo' y se llevan la tragaperras

José Antonio Alfageme es el responsable de la sidrería La Mancha, que apenas lleva un año abierta en el distrito langreano. «¡No tuvimos más tiempo para que nos entrasen a robar! Es la primera vez que nos roban aquí; porque antes, en otros negocios, ya sufrí asaltos de este tipo», apunta. Desconoce a cuanto alcanzaba el botín porque no se lleva la cuenta de lo que lleva la máquina.

Los hosteleros del municipio empiezan a mostrarse más que preocupados con la oleada de robos en establecimientos que se están produciendo en las últimas semanas. Por eso reclaman más presencia policial en las calles para prevenir este tipo de actuaciones.

Y es que, el método usado es sencillo a la par que efectivo: coger un alcantarilla y tirarla contra la puerta de cristal. Eso es lo que hicieron el autor o autores de un robo a una sidrería hace un mes en Pénjamo. Entonces se llevaron las cajas de las máquinas tragaperras, el cajetín de la registradora y la calderilla del bote. Poco más de cien euros. «Pero son mucho más cuantiosos los daños que han provocado para acceder al local», señalaba el propietario, Juan Bueno.

Casa Julio se inauguró en 1988 y desde entonces apenas han tenido experiencias con los robos. «Tuvimos otro asalto hace unos quince años», recordaba el propietario. «En esta ocasión fueron directos a las máquinas tragaperras, a por el dinero de su interior. Nosotros desconocemos la cantidad que había porque eso lo gestiona una empresa externa», detallaba Julio Bueno.

Por todo esto se reclama más presencia policial que, en la mayoría de las ocasiones, sirve para prevenir este tipo de actos que se están haciendo comunes en el concejo, lamentan los hosteleros.