Los desperfectos en las estaciones de tren «alejan a los pocos usuarios que hay»

Baños destrozados, cristales rotos, pintadas, puertas tapiadas... Es la imagen que ofrecen las estaciones de tren en la comarca del Nalón, a lo que hay que sumar las quejas de usuarios y vecinos por ser un espacio utilizado por los jóvenes para hacer botellón. La situación no es nueva; los viajeros llevan años reclamando una serie de actuaciones para mejorar la imagen de las estaciones y protegerlas del vandalismo. Los diferentes ayuntamientos han solicitado mejoras a Adif, propietaria de las instalaciones, pero por el momento no hay ninguna solución sobre la mesa.

Eugenia Díaz es usuaria habitual de la línea Gijón-Pola de Laviana, aunque teme que por poco tiempo. «Cuando nos quejamos nadie nos atiende. Dicen que hay pocos usuarios en los trenes pero es que tal y como están las estaciones no apetece viajar. Además los trenes están viejos, todo está desatendido, las estaciones, ruinosas y en ocasiones tenemos miedo por que haya jóvenes en tono festivo. Yo ya uso más el autobús», explicaba ayer mientras esperaba el tren en la estación del distrito langreano de La Felguera.

Precisamente la estación felguerina es una de las más dañadas, con los baños exteriores destrozados, pintadas por todo el entorno, envases de bebidas por el suelo, algunas ventanas rotas y las puertas de acceso a las oficinas y la zona de vivienda están cerradas con placas metálicas para que no se pueda acceder al interior. «Como la estación no está cerca de casas habitadas, los jóvenes vienen aquí a hacer gamberradas», añade Díaz

Lo mismo opina Pedro Rodríguez, otro usuario. «Vivo en la zona rural y tenía la costumbre de dejar el coche en el aparcamiento para desplazarme a Siero. Ahora no me atrevo, las últimas veces que lo dejé ahí me rompieron el retrovisor y me estropearon una cerradura. Tengo miedo de que lo roben, así que ahora lo aparco en el centro o en el barrio de Urquijo, que hay más iluminación». Ambos coinciden al asegurar que «si las estaciones no están muy sucias es porque si viene gente en tren, se bajan y las limpian, pero los pobres se encuentran de todo», apunta Díaz

El mal estado de conservación y los actos vandálicos son una constante en el resto de estaciones y los apeaderos de la comarca minera, especialmente las de la antigua Feve -única línea que discurre entre Langreo y Laviana-. Además los viajeros afirman que el exterior de las mismas tampoco se está cuidando y la maleza aumenta en todo el entorno.

Una imagen que se repite en el distrito langreano de Sama, con la estación antigua cerrada y la nueva del soterramiento sumando desperfectos, y en las estaciones y apeaderos de El Entrego, Sotrondio y Blimea. Los vecinos aseguran no comprender cómo a pesar de la instalación de cámaras de seguridad, los desperfectos siguen en aumento. Con todo, piden a los responsables que tomen medidas sobre el asunto para acabar con estos problemas.