La descontaminación de Texeo obligará a mover 5.000 metros cúbicos de tierra

La alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, pala en mano, representaba el inicio de los trabajos que van a suponer una inversión de un millón de euros de fondos mineros. «Se trata de un proyecto muy importante para nuestro municipio y para la comarca; tenemos una zona espectacular y que no podíamos actuar en ella por el problema de la contaminación. Esta aportación económica es la puerta para poder empezar un plan ambicioso para poner en valor nuestra historia minera y nuestras raíces»; el futuro pasa, señalaba la regidora, por habilitar un enclave turístico y que este quede conectado -por medio de una pista- con L'Angliru.

Hay varias iniciativas sobre las que ya se piensa en trabajar. Pero para ello hace falta más dinero; «esperamos que lleguen más fondos para seguir trabajando». De este modo, se rehabilitarían y se aprovecharían las propias construcciones del poblado minero y también se baraja la construcción de pequeñas casas turísticas, así como el desarrollo de actividades.

Ya ha empresas de turismo activo pendientes de que lo que vaya a hacer en la zona, recordaba la alcaldesa. Ya se baraja que la gestión del aprovechamiento se licitaría a modo de concesión.

La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, señalaba que se trata de un proyecto «muy esperado y es una oportunidad». Informaba que los materiales que contaminan los terrenos se centran, sobre todo, arsénico, níquel o cobalto, entre otros.

La directora general de Energía, Minería y Reactivación, Belarmina Díaz, recordaba que el Principado aporta el 25% de la inversión total del proyecto de descontaminación. «Se tarar de una acción muy interesante porque pone en valor el patrimonio minero, en una explotación de origen prehistórico, de enorme importancia cultural y turística». Apuntaba a que la actuación va a contribuir a la mejora de un entorno «que ya es, por sí mismo, maravilloso».

La responsable regional apuntaba a que esta actuación «muestra nuestro interés por fomentar la restauración de antiguos espacios degradados; dentro de los fondos mineros, hay más de tres millones de euros a dedicar a espacios afectados por la minería del pasado».