«Compuse 'Paxarinos' tras tomar un par de botellas de sidra»

Por eso, explicaba ante un público atento, sus temas iniciales siempre evocaban su pueblo y sus costumbres. Ayer, en el teatro, Se recitaron sus letras como si fueran poesías en el teatro. «Por el camino de Mieres, entre aldeas y montañas, junto al puente de la perra, puedo verme en la distancia. Río muerto ¡cuánto diera! Por clarear tus negras aguas. Por el camino de Mieres un carbonero cantaba: ¿por qué dices que me quieres y si falto no me extrañas? Si en mi corazón mandara no me robaras el alma». «Eran composiciones que escribía con cierta espontaneidad, como 'Paxarinos', que escribí tras tomar un par de botellas de sidra». El cantante vivía entonces cerca del centro asturiano de Madrid y de aquella época son también muchas de sus canciones más populares, como 'La romería', 'El abuelo Vítor' o 'Planta catorce'.

Comenzó a hacer dinero en la capital ganando algunos festivales de canciones. Pero comenzó su activismo político, casi clandestino, en el Partido Comunista, y casi queda desahuciado. A finales de los 70, el cantante logró resurgir. «Dejo sangre en el papel y todo lo que escribo al día siguiente rompería si no fuera porque creo en ti. A pesar de todo tú me haces vivir, me haces escribir dejando el rastro de mi alma, y cada verso es un jirón de piel. Soy un corazón tendido al sol». De aquella época es el resurgir del cantante. «Volví a ganar el premio de artista revelación, otra vez, diez años después», reía con el cambio de perspectiva que solo da el tiempo.

La tertulia estaba dirigida por la directora de la Biblioteca de Mieres, Elena Losa, ya que la actividad se encuadra en los actos de celebración del centenario del servicio municipal. «Mi primer contacto con la biblioteca -rememoró Víctor Manuel- fue a los nueve años; acudí a una representación teatral y me quedé impactado. Escribí entonces una pequeña obra... De cómo sería ya no me acuerdo, solo de su título: 'Las gallinas'». Ese relato inspirado en el lugar adonde volvió pudo haber sido el origen, dijo, de su amor por la escritura.