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MARTA VARELA
BLIMEA.
Lunes, 19 de septiembre 2022, 09:02
Los vecinos de la localidad samartiniega de Blimea llevan meses advirtiendo de la peligrosidad existente en el tramo de carretera entre La Venta y La Angariella, en el límite con Sotrondio, donde numerosos eucaliptos de gran tamaño amenazan con caerse sobre la AS-387 (El ... Entrego-El Condado). Con sus raíces prácticamente en el aire ya se han producido dos sucesos en los últimos tres meses que han mantenido cortado el acceso a la localidad durante varias horas.
El último suceso se produjo sobre las 9.30 horas de la noche del sábado, inmediatamente después del paso de varios vehículos que circulaban en dirección a Blimea, un eucalipto de gran tamaño cayó sobre el vial interrumpiendo la circulación durante algo más de dos horas. No hubo que lamentar daños personales a pesar de que su cúpula cayó sobre el paseo peatonal que une Blimea con Sotrondio y que es muy utilizado a diario.
Juan Martínez, vecino de la localidad, que pasa a diario en varias ocasiones por este tramo, explica que «circulamos con cierto miedo por ahí, conscientes de la peligrosidad que entraña. En algo más de doscientos metros, hay varios árboles que seguro que van a caer bien a la carretera o encima de un coche». Desde el Consistorio de San Martín del Rey Aurelio ya se ha requerido en varias ocasiones a la dirección general de Carreteras que dé soluciones al problema. Por el momento ni se ha actuado ni hay previsiones.
El inestable estado de la ladera de este tramo se acrecentó el pasado mes de enero, tras unos días de intensas lluvias. En dicha ocasión, unos metros más abajo del actual derrumbe se produjo un argayo que se llevó por delante una farola. La actuación regional se limitó a limpiar la carretera tras varias horas de corte.
Los usuarios de la zona vivieron un nuevo derrumbe de otro eucalipto el pasado 16 de julio; de nuevo la carretera estuvo cortada varias horas hasta que se procedió a eliminar el árbol. «Estamos teniendo suerte de que no coge a nadie debajo, pero cuando haya una desgracia a ver qué se inventan», apuntaba María Suárez, quien optó por bajarse del autobús justo delante del árbol caído y completar el recorrido caminando. «Prefiero ir a pie. Casi veo mi casa y si el autobús tiene que dar la vuelta por el corredor tardaré una eternidad», dijo. Y es que varios autobuses y decenas de coches particulares tuvieron que ser desviados por el corredor el Nalón o por la carretera comarcal de Villar ante la caída del árbol. La Policía Local de San Martín controló el tráfico.
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