R. MUÑIZ
GIJÓN.
Jueves, 19 de agosto 2021, 02:33
El Principado acaba de cambiar los permisos ambientales que rigen sobre las instalaciones que tiene en Lada (Langreo) la multinacional farmacéutica Bayer. Tal y como había solicitado en mayo del año pasado, se le permite recuperar la producción del principio activo denominado Nifedipín, utilizado en ... fármacos que sirven para tratar la hipertensión.
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El proyecto planteado por Bayer estima una horquilla de producción de entre 40 y 100 toneladas de producción de este principio que ya fue trabajado con anterioridad en Lada. Según los números del documento, la capacidad máxima de la fábrica langreana pasaría así la barrera de las 10.000 toneladas anuales, siendo 4.500 de ellas ácido salicílico, 5.300 ácido acetilsalicídico (el producto base de la aspirina), 60 clotrimazol (compuesto para el tratamiento de los hongos que se comercializa bajo el nombre de Canestén), 70 butafosfán y 6 de imidacloprid.
Precisamente la intención de la multinacional es aprovechar los equipos que ya tiene destinados a la generación de clotrimazol para ponerlos a generar nifedipin. Se trata por tanto de añadir una actividad más sin afrontar grandes inversiones ni ampliación de plantilla. Eso sí, Bayer construirá un nuevo cubeto para el almacenamiento de materias primas, sobre una superficie de 103 metros cuadrados. También se dotará de dos tanques refrigerados para almacenar isopropanol y etanol.
La nueva línea de producción exige un consumo máximo de materias primas de 681.118 kilos al año entre acetonas, acetatos, metanoles, etanoles y otros compuestos. Supone un incremento del 2,79% respecto a los consumos del complejo actual.
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Los cambios son limitados respecto a la operativa actual, si bien el promotor estima en su proyecto un incremento del 2,48% en las emisiones del material particulado (incluidos las micropartículas de tipo PM10 y PM2,5) y del 23,5% en los compuestos orgánicos flotantes. Precisamente el Ayuntamiento aprovechó el proceso de tramitación para solicitar que la empresa esté a lo que marque la regulación de contaminación del aire. Durante la tramitación solo llegó una alegación de un colectivo ecologista. El permiso otorgado a la compañía está condicionado a que permita la entrada de los inspectores del Principado y de parte de los controles ambientales que se le marcan.
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