La plaza, en pleno centro de Moreda, en la mañana de ayer, tras la batalla campal del sábado por la noche. A. F.
Altercado en Moreda de Aller

Los cinco jóvenes «conflictivos» , con un recién nacido, abandonan Moreda de Aller escoltados por la Guardia Civil tras la batalla campal

«Los dejaron en Mieres, en la estación de tren, sin lugar al que ir. Una del grupo tiene un hijo recién nacido», lamenta una persona allegada

Alejandro Fuente

Moreda de Aller

Domingo, 5 de noviembre 2023, 13:33

La localidad de Moreda despertaba ayer con una tensa calma. Pocos vecinos querían hablar de la batalla campal –información que adelantó EL COMERCIO– vivida en la noche del sábado, en la que más de un centenar de personas se agolparon ante el piso en el ... que vivían cinco jóvenes «conflictivos» que había «degenerado la convivencia hasta acabar con la paciencia de todo un pueblo», se atrevía a decir en voz baja un viandante. Agentes de las Guardia Civil y de la Policía Local de Aller se tuvieron que aplicar a fondo para evitar males mayores, y finalmente, por la noche, los cinco abandonaron la localidad escoltados por varias patrullas. «Se marcharon, eran unos auténticos quinquis», apuntaban en la zona, en la plaza que conecta las calles Conde de Guadalhorce y Joaquín Rodríguez Muñiz.

Publicidad

Eso fue pasadas las diez y media de la noche del sábado, tras horas de tensión, de enfrentamientos y de agresiones a los jóvenes. «Nunca se había visto nada igual». Los vecinos dicen ya respirar tranquilos porque la situación se había hecho «insostenible»; amenazas y peleas se habían convertido en comunes y «eso no se podía aceptar». La concentración de esa jornada, los primeros problemas ya se registraron a las 19.20 horas, no fue espontánea. «Ya el viernes se había creado un grupo en una aplicación de mensajería que fue coordinando las acciones para echar a los jóvenes del concejo», señalaban. Una persona allegada al mencionado grupo conflictivo no quitaba razón al pueblo, ya que los jóvenes «no se han portado nada bien. Pero se actuó de manera desmesurada. Al final, se aplicó mucha violencia contra ellos y había otras formas de expresar el rechazo o de forzar su marcha». Se quejaba de que, efectivamente, salieron del pueblo escoltados por los agentes. «Llegaron a Mieres y los dejaron en la estación de tren sin un lugar al que ir, cuando les dijeron que los iban a llevar a un centro de acogida; y en el grupo hay una joven con un hijo recién nacido». Habían llegado hace tres semanas tras haber pasado por otras poblaciones, como Cabañaquinta o Collanzo.

«Había miedo»

Desde la Guardia Civil se destacó que la rápida actuación de los agentes «evitó que los incidentes fueran más graves y, sobre todo, que derivaran en agresiones a dichas personas». Tuvieron que acudir patrullas de servicio tanto de Seguridad Ciudadana, como de Tráfico y agentes de la USECIC (fuerza especializada encargada de mantener y restablecer la seguridad). Asimismo, se señala que se están realizando gestiones para identificar a los autores de los posibles hechos delictivos. Uno de los agentes, en la refriega, recibió un manotazo en la cara sin consecuencias. Los vecinos justifican la acción afirmando que ya «se vivía con miedo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad