Aumentan las quejas en el cargadero del pozo Candín: «Hay poco carbón»

La mañana de ayer resultó difícil en la zona de Vega, en lo que era el antiguo pozo Candín de Hunosa. Los beneficiarios del vale de carbón no comprendían cómo después de cuatro meses de retraso «nos dicen que nos dan solo dos meses, y sin fecha para poder cargar los otros dos», explicaba otro minero mientras cargaba en su remolque varios sacos. Además contó que «a primera hora de la mañana hubo tiranteces, motivo por el que, añadía, «ahora esta aquí el guarda de seguridad». Indicaba que hubo «encontronazos entre los particulares que venimos a por el carbón para uso nuestro y los carboneros que miran por su negocio. Hay miedo de que no haya carbón para todos».

Y después están las personas que calientan sus casas con carbón, pero que deben adquirirlo. «Los antiguos mineros venden a 31 euros los 300 kilos, pero a nosotros nos lo cobran los carboneros a unos 200 euros», puntualizaba Ernestina Berga, molesta por el precio de un mineral que «encima escasea en una zona llena de minas, aunque cerradas».

En el langreano pozo Candín se lleva dispensando carbón desde el pasado lunes, cuando tras mediar los sindicatos los beneficiarios del vale de carbón de Hunosa, jubilados, prejubilados de la mina o sus viudas, pudieron comenzar a recoger los 300 kilos de mineral a los que tienen derecho, y que no recibían desde hace cuatro meses. Solo fueron autorizados a cargar 600 kilos.

La hullera explicó que llevaba un retraso de cuatro meses en el reparto del preciado material porque «el último carbón recibido no cumplía con los mínimos de calidad y fue devuelto». No es la primera vez que los beneficiarios de estos vales sufren retrasos. En 2015 tuvieron que acudir a los tribunales y si esto vuelve a pasar aseguran que volverán a movilizarse.