«Encontré a mi hija con el pelo que le habían arrancado y muchos golpes»

La agresión fue motivada por un supuesto robo que los agresores atribuyen a la menor en una visita a la casa de uno de ellos. Así, una mujer de 30 años, acompañada de un hombre de 46 y de la ex pareja de la menor se presentaron sobre las seis de la tarde del pasado martes en el domicilio de Riaño, en Langreo, donde vive la menor con su abuela. Tras varias amenazas entraron en la vivienda, accedieron a la habitación de la menor y, según su propio testimonio, lo revolvieron todo sin encontrar ninguna prueba del supuesto robo que la menor niega. Abandonaron el domicilio mientras mantenían su acusación contra ella.

Sobre la una de la madrugada, el timbre del domicilio sonaba. En esta ocasión era la ex pareja de la adolescente que, con la excusa de devolverle un chándal, la convencía para bajar al portal a pesar de la oposición de su abuela. Nada más abrirse la puerta del ascensor, sus presuntos amigos de 30 y 46 años se abalanzaron sobre ella, la tiraron en el suelo y con unas tijeras y una maquinilla de afeitar intentaban raparle la cabeza.

Durante varios minutos la menor chilló intentando defenderse hasta que los vecinos del bajo abrieron la puerta y los agresores huyeron al igual que su expareja, quien en todo momento se mantuvo en el portal grabando la agresión. Los vecinos avisaron del suceso a la Policía, que acudió hasta el lugar. La menor se refugió en su domicilio y convenció a su abuela para no contarle a su madre lo sucedido.

Sobre las once de la mañana del miércoles, una conocida de la madre le enviaba el vídeo de la agresión a su hija. «Es terrible, mi hija no deja de gritar y de moverse, con la mujer encima de ella intentando sujetarla y diciendo al hombre que le corte el pelo. Mientras, él está arrodillado y tiene unas tijeras y una maquinilla, me aterroriza verlo», explica la madre, Amanda Carnicero.

Tras conocer los hechos, la progenitora acudía de inmediato a casa de su madre, la abuela de la menor, donde su hija le relató todo lo sucedido. «Tenía 300 gramos de pelo que le habían arrancado, heridas en una pierna, moratones y muchos golpes». De inmediato acudieron al médico y a las dependencias de la Policía Nacional de Langreo a interponer la denuncia.

Los agentes procedieron a detener a los dos agresores que pasaron una noche en el calabozo.

El vídeo de la agresión lleva días en los móviles de decenas de langreanos, como reconoce la propia madre de la joven, que lo presentó en comisaría como parte de la denuncia. La agresión está ahora en manos de la Fiscalía de Menores a la espera de juicio. Mientras, en Langreo son muchos los que piden una sentencia ejemplar para los dos adultos. «Llevo más de un año intentando que mi hija no anduviese con esas compañías, pero es rebelde. Ahora se ha dado cuenta que no eran sus amigos y tiene mucho miedo a salir a la calle y que le hagan algo», explica la madre. Un temor que se fundamenta en que la supuesta agresora «continúa difundiendo falsedades sobre mi hija y sobre mí en redes sociales. No se muestra arrepentida. Tenemos miedo», remarca Carnicero.

El vídeo de la agresión ha llegado a un gran número de dispositivos móviles, lo que motivado una avalancha de apoyos a la menor y su familia. Las condenas a la agresión han sido constantes, así como los reproches a los autores. Algunos langreanos han propuesto que se realice una concentración en apoyo a la familia y en repulsa a la agresión sufrida por la menor.