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Marta Varela
Jueves, 8 de septiembre 2016, 00:27
No serán introducidos en el medio natural el próximo otoño. El destino que los responsables del proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico tienen decidido para los ocho ejemplares nacidos hace dos meses en el centro de cría de Sobrescobio es otro. Los polluelos se quedarán en Ladines. Se quiere así favorecer la reproducción de esta especie y garantizar su supervivencia.
Los juveniles de urogallo cantábrico nacidos en cautividad este verano permanecerán en el centro de cría de Sobrescobio con el objetivo de «reforzar el plantel de reproductores». Así lo acordó el equipo del LIFE+ Urogallo cantábrico, un proyecto europeo que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con el objetivo de frenar el declive de esta subespecie en peligro de extinción. Consideran los expertos que es prioritario renovar el stock reproductor del centro para obtener una población amplia de ejemplares en próximas campañas de cría y contar así con un número más elevado de individuos para futuras sueltas.
«Creemos que es la opción más acertada para el futuro del Programa de Cría en Cautividad ya que permitirá rejuvenecer el stock cautivo y aumentar las posibilidades de cruce y variabilidad genética para poder dispersar ejemplares a otros centros», señaló el director del proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico y subdirector de la Fundación Biodiversidad, Ignacio Torres.
Los tres machos y cinco hembras de urogallo cantábrico nacidos hace dos meses se unirán al conjunto de reproductores, con lo que el centro de cría de Sobrescobio suma ya 22 ejemplares. Dos de las ocho nuevas incorporaciones -un macho y una hembra- proceden de la retirada parcial de una puesta del medio silvestre, lo que permitirá aumentar la variabilidad genética de los individuos nacidos en cautividad.
La campaña de cría en cautividad de este año ha sido la que ha obtenido mejores resultados desde que se puso en marcha el proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico hace seis años. Este año nacieron nueve pollos y solo uno se malogró. El ejemplar que no consiguió superar el periodo crítico de los primeros días se vio afectado por la bacteria Escherichia coli (E.coli), que se encuentra normalmente en el intestino de los animales, y le causó la muerte.
De 900 gramos a 1,3 kilos
Por ahora, los juveniles basan su dieta en alimentos ricos en proteínas como los insectos, así como en vegetales. En otoño, su dieta será principalmente vegetariana, como la de los adultos. El crecimiento de los pollos es muy rápido y pronto alcanzarán el tamaño de sus progenitores. En estos momentos, los machos pesan en torno a 1,3 kilos y las hembras, 900 gramos.
La cría en cautividad se enmarca dentro de un plan general de conservación de la subespecie basado en la mejora de su hábitat y de las poblaciones silvestres que se mantienen en la actualidad. El proyecto, coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, está cofinanciado al 50% por la Unión Europea a través de los fondos LIFE+, y cuenta como socios con las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla y León; el Consorcio Interautonómico para la gestión coordinada del Parque Nacional de los Picos de Europa; SEO-BirdLife, Tragsa y Tragsatec y con la financiación del Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Fundación Iberdrola España.
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