«La gente tiene miedo de ir a las piscinas de Riaño, pero hay que sobreponerse»

¿Ha vuelto la normalidad a Riaño tras la brutal agresión a uno de los socorristas de las piscinas? Hay elementos que indican que no; al menos así lo entienden en la asociación vecinal de la población langreana y en la plataforma de defensa de estas instalaciones. Dos hermanos golpearon al responsable del recinto el pasado martes y la víctima tuvo que ser ingresada en el hospital Valle del Nalón. Eso ocurrió el martes. Las instalaciones cerraron el miércoles al renunciar la empresa al contrato con el Ayuntamiento y el jueves se reabrió con vigilancia policial.

«Sí, la gente tiene miedo, pero no podemos permitir que un hecho aislado, queremos pensar que fue eso, nos arrebate este equipamiento de ocio para el verano y que es de todo el concejo», afirmaba ayer la presidenta del colectivo vecinal, Felicitas Gil. «Estamos haciendo un llamamiento por internet y las redes sociales para que se acuda a las piscinas y se disfrute de ellas, que nos ha costado mucho trabajo conseguirlas», añadía.

Gil señala que al miedo se suma el malestar y la indignación por lo sucedido. «Pero bueno, la gente se sobrepone a este tipo de situaciones. Nos hubiera gustado que el agresor -solo uno ha sido detenido por la Policía Nacional- hubiese entrado en prisión, pero por lo menos el juzgado ha dictado una orden de alejamiento con el socorrista agredido y las piscinas».

Una solución con la familia

La representante vecinal se refería a que uno de los agresores -V. A. J., de 26 años- quedó en libertad el viernes tras depositar 3.000 euros en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Langreo. Previamente se había entregado en la comisaría de La Felguera acompañado de un abogado.

«Estos chicos -en referencia a los presuntos agresores- son nuevos en el barrio; vamos a dirigirnos a la familia que ya reside desde hace tiempo aquí para que se encuentre una solución que evite los conflictos», afirmaba Gil.

«No me gusta que tenga que estar patrullando la Policía Local para garantizar que se cumplan las normas de la piscina», señalaba el portavoz de la plataforma en defensa de las piscinas en Langreo, Pablo Taberna. Él precisamente es una de las personas que mejor conoce el proceso que se ha tenido que seguir para disponer de estas instalaciones. «Es necesario que la gente regrese, que se recupere la normalidad; no podemos dejar que se pierda todo lo que hemos logrado». No obstante, entiende el miedo que hay.

Este colectivo se manifestó, protestó y logró que se reabrieran las piscinas en el verano de 2014 tras permanecer cerradas tres años. Ahora también se ha conseguido que el Principado ceda las instalaciones al Ayuntamiento y consigne los 600.000 euros necesarios para su reparación integral.

Búsqueda y captura

El segundo agresor -I. A. J., de 31 años y hermano del primero- todavía se encuentra en paradero desconocido. Fuentes policiales señalaron que tiene la residencia fijada en Gijón y que le constan diversos antecedentes policiales y una requisitoria judicial en vigor por otros hechos. Ahora también se encuentra en situación de búsqueda, detención y personación.

Activado el dispositivo policial para la detención de los agresores por un delito de lesiones graves, se pudo confirmar que los dos hermanos eran conocedores, ante el revuelo mediático surgido por los hechos, de que estaban siendo buscados para ser detenidos por la agresión. Se ocultaron y dificultaron la acción policial encaminada a su arresto.

• Temas
• Riaño
• Langreo