En libertad tras pagar 3.000 euros de fianza uno de los agresores de la piscina de Riaño

En poco más de una hora, la numerosa familia que se agolpaba a las puertas de los juzgados de Sama conseguía el dinero para la fianza. Y es que el Juzgado de Instancia e Instrucción número 1 de Langreo, en funciones de guardia, dictaba poco después de las cuatro de la tarde de ayer, de acuerdo con el Ministerio Fiscal, una orden de prisión provisional, comunicada y eludible bajo el pago de 3.000 euros para el hombre detenido por una agresión en la piscina de Riaño.

Se trata de V. A. J., de 26 años y vecino de La Felguera, a quien se le imputa un delito de lesiones con medio peligroso, sin perjuicio de que a lo largo de la instrucción pudiera modificarse dicha calificación, se apunta desde el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). Después de depositar la mencionada cantidad, quedó en libertad con medidas de alejamiento del lesionado y de las piscinas en las que sucedieron los hechos.

El acusado se presentaba en la comisaría de la Policía Nacional de La Felguera acompañado de su abogado a primera hora de la mañana. Los hechos de los que se le acusa ocurrieron en la tarde del pasado martes, cuando un socorrista de las piscinas municipales de Riaño llamó la atención a dos varones, los cuales estaban incumpliendo las normas de las citadas instalaciones y que ya habían sido llamados al orden en días anteriores.

Barra de 82 centímetros

Al ser reprendidos por el responsable del recinto de ocio, los dos individuos la emprendieron a puñetazos a éste. Además, después optaron por dejar de agredirle con las manos. Se marcharon del recinto unos instantes para ir a por un palo con nudos y una barra metálica de unos 82 centímetros, objetos con los que comenzaron a golpear a la víctima.

Un compañero de la víctima vio lo que estaba pasando y acudió en su ayuda. Entre ambos consiguieron sacar del recinto a los agresores para, a continuación, solicitar la presencia de la Policía Local y de los servicios sanitarios. Los atacantes fueron vistos huir en una furgoneta de manera apresurada antes de la llegada de los agentes.

El socorrista tuvo que ser ingresado en el hospital Valle del Nalón; tenía una herida incisa en la cabeza en la cual le tuvieron que aplicar tres puntos de sutura, otra en el interior del labio inferior y moratones por todo el cuerpo.

Presentada la correspondiente denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, agentes del Grupo Local de Policía Judicial iniciaron las investigaciones, dando como resultado la identificación plena de los individuos agresores, siendo dos hermanos V. A. J. (el ya procesado) y I. A. J., de 31 años; el primero vive en el concejo y el segundo tiene la residencia fijada en Gijón y le constan diversos antecedentes policiales y una requisitoria judicial en vigor por otros hechos. Ahora también se encuentra en situación de búsqueda, detención y personación.

Activado el dispositivo policial para la detención de los agresores por un delito de lesiones graves, se pudo confirmar que los dos hermanos eran conocedores, ante el revuelo mediático surgido por los hechos, de que estaban siendo buscados para ser detenidos por la agresión. De hecho, se pudo constatar que se ocultaron y dificultaron la acción policial encaminada a su arresto.

Reapertura

Estos días, las piscinas de Riaño abrieron sus puertas con toral normalidad; pero no fue así el día después de la agresión. La empresa que se hacía cargo de las labores de socorrismo renunció al contrato con el Ayuntamiento de Langreo. Esta eventualidad provocó que el recinto permaneciese cerrado el miércoles. El gobierno local (Izquierda Unida-Somos) se quiso mover con rapidez para evitar que la clausura forzara se alargara más de lo deseado. Por eso, el Ayuntamiento procedió a la contratación de urgencia de un socorrista por un periodo de quince días, tiempo que se quiere aprovechar para decidir la fórmula definitiva hasta el final de la campaña estival.

Asimismo, la labor de apertura y de cobro de entradas está siendo desarrollada por personal municipal. Al respecto, el alcalde del concejo, Jesús Sánchez (IU), quiso agradecer «la total disposición del personal municipal para colaborar en la reapertura de las piscinas, ya que sin ellos no hubiera sido posible». También para asegurar que se cumplen con las normas y con la autoridad del socorrista en el recinto, de forma temporal, habrá una patrulla de la Policía Local por las inmediaciones de las instalaciones.

Sobre este último aspecto, también se ha posicionado la asociación de vigilantes privados de Asturias, que propone que sean empresas de este sector las que se hagan cargo del control del recinto.

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