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ALEJANDRO FUENTE
Viernes, 22 de julio 2016, 00:19
Poco después del mediodía de ayer, operarios municipales reabrían las piscinas de Riaño. Estas instalaciones estuvieron clausuradas el miércoles tras quedarse el Ayuntamiento de Langreo sin el obligatorio servicio de socorristas en el recinto de ocio después de que uno de sus trabajadores fuera agredido por unos usuarios. «Hemos recurrido a un profesional para esta labor de forma urgente, para prestar el servicio a los vecinos, ya que nos ha costado mucho tenerlo en condiciones. Queremos normalidad en las instalaciones».
Junto a los trabajadores había una patrulla de la Policía Local que vigilará de cerca por una temporada el recinto. Y es que el cierre estuvo motivado «por una barbaridad», como señalaba ayer todavía el regidor. Se refería al brutal ataque sufrido por el socorrista que estaba en el recinto, que fue golpeado al parecer por dos usuarios cuando el responsable pidió a una tercera persona que se pusiera el gorro obligatorio para el baño. «Vamos a garantizar que se respete la autoridad que tiene que ejercer el socorrista en la piscina, ya sea cuando se ordene que se cubra una persona la cabeza o que para impedir actos incívicos, por eso se contará con el apoyo de los agentes municipales», señaló el regidor.
Tras el suceso, a causa del cual el socorrista sufrió traumatismo y cortes, la empresa contratada decidió rescindir el contrato con el Ayuntamiento, lo que ha motivado la rápida actuación municipal. «Tengo que dar las gracias al personal del Ayuntamiento que se ha mostrado dispuesto a facilitar la apertura de las instalaciones», destacó Sánchez.
Orden de búsqueda
Es la Policía Nacional de la comisaría de La Felguera la que esta trabajando en el asunto. Dos de los agresores ya se encuentran identificados y se ha procedido a ordenar su detención, que podría producirse en breve. Uno de ellos cuenta con antecedentes delictivos
Según testigos que presenciaron lo ocurrido, todo sucedió muy rápido el martes. Algunas personas, habituales de la instalación municipal, llevaban varios días desobedeciendo las normas y teniendo encontronazos con el personal encargado. Ese día se volvió a repetir una de estas situaciones por lo que se expulsó de la instalación a varias personas. Según relató el propio personal, «echamos a los dos agresores, pero a los dos minutos llegaron dos furgonetas con más gente y con cachavas». El socorrista fue golpeado en la cabeza y tórax y fue evacuado al hospital Valle del Nalón, de donde ya recibió el alta hospitalaria.
Por su parte, la Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa) critica que se destinen agentes policiales para la vigilancia del recinto y propone que sean trabajadores del sector que representa los que se encarguen de garantizar la seguridad en el recinto municipal. «Hay que establecer un eficaz y operativo control de accesos donde se limite la entrada a toda aquella persona que no cumpla las normas de admisión establecida».
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