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José Francisco Torre, en el interior del Ecomuseo.
«Es una atrocidad que ahora cada pueblo minero quiera un tren como el de Samuño»

«Es una atrocidad que ahora cada pueblo minero quiera un tren como el de Samuño»

es presidente de la asociación de La Nueva. «Esther Díaz ya es un capítulo cerrado en el PSOE de Langreo. Ahora estamos en otro, con María Fernández, con otro talante, a la cabeza»

ALEJANDRO FUENTE

Sábado, 2 de mayo 2015, 00:43

Ha sido la cara visible de una comunidad que ha luchado durante años por mantener la identidad y por no caer en el olvido con la reconversión minera. José Francisco Torre es -todavía- presidente de la Asociación Cultural y de Vecinos San Luis de La Nueva. Lleva en el cargo 26 años y ya ha anunciado que lo deja. Quiere que un nuevo equipo -«savia nueva», dice- tome las riendas de un colectivo muy activo que ha dejado huella en muchos ámbitos, como en el de la tonada.

-En todos estos años que ha estado al frente de la asociación, ¿ha cambiado mucho el pueblo?

-Se logró dar un giro de 180 grados en muchos aspectos. El centro del pueblo ha cambiado totalmente, además del impulso que supuso la puesta en marcha del Ecomuseo del Valle de Samuño. Precisamente, su creación fue una de las primeras reivindicaciones de nuestra asociación.

-Ahora, cuando ve que está en funcionamiento este recinto museístico y el tren minero, ¿qué le viene a la cabeza?

-La verdad es que cuando comenzamos con esta iniciativa había gente en el pueblo que decía que estábamos locos, que era un proyecto irrealizable, que no se podía conseguir. Al final, se ha demostrado que con tesón, empeño y trabajo las cosas se pueden sacar adelante. Y, también, con receptividad por parte de las personas a las que hay que plantear este tipo de iniciativas.

-Todavía se cruzará con gente que les cuestionaba en aquellas fechas...

-Sí, sí. Pero ahora no dicen nada, De hecho, se han convertido en los abanderados del Ecomuseo. Pero bueno, eso entra dentro de lo normal y pasa en todos los sitios. La gente da sus opiniones libremente sin pararse a pensar... Y en este caso se encontró con un colectivo con una voluntad a prueba de bombas por lograr sus objetivos.

-De hecho, ahora todo pueblo minero de Asturias quiere tener su propio tren.

- Ya, pero tengo dos consideraciones al respecto. Quien da primero, da dos veces. Y nosotros fuimos los primeros en promover este tipo de iniciativas turísticas. Y, segundo, considero que es un sinsentido que en un pequeño radio ahora surjan trenes por todos los lados. Creo que hasta perjudica, turísticamente hablando. Si no tuvieron primero la idea o no fueron capaces de llevarlo a cabo, pues allá ellos; pero eso de ahora de querer un tren en cada pueblo no es factible. Me parece una atrocidad. Los valles mineros tienen que tener un planteamiento claro y conciso. En valles tan pequeños como son las cuencas, tener ofertas turísticas similares es contraproducente.

-¿Cree, en cualquier caso, que sí hace falta un poco más de coordinación entre los diferentes museos de la comarca?

-Esa es la palabra, coordinación. Que los turistas que vengan al Valle del Nalón para visitar el tren minero tengan otras ofertas de ocio alternativas. Con cosas diferentes, se aumenta el interés en la zona. Va a ser fundamental una programación turística para la comarca y tener claro lo que la cuenca puede dar de sí, turísticamente hablando. No hay que pisar iniciativas.

Cultura asturiana

-La asociación San Luis, en 21 años, también ha realizado una labor importante con la organización del concurso de tonada.

-Para acompañar nuestra principal reivindicación, que era la del Ecomuseo, había que programar diferentes actividades para dar un contenido cultural al valle de Samuño. En la asociación comenzamos con el certamen de canción asturiana y luego nos pusimos a organizar el mercado de la Revolución Industrial, del que ya van quince ediciones. También con las fiestas de Santa Bárbara, las jornadas del menú minero y el concurso de poesía minera... Todo fue surgiendo como alternativas al tren minero. Y ahora son complementos, alicientes. Desarrollamos para La Nueva toda una estrategia turística para atraer visitantes.

-¿Se esperaba que el concurso de tonada se convirtiera en todo un referente en la región?

-Al principio, hubo muchas dificultades y pocos participantes. Nadie creía en esta idea. Pero la seriedad nos facilitó mucho la labor y, sobre todo, la colaboración de los patrocinadores. Este año batimos récord de participantes.

-El galardón Pueblo Ejemplar de Asturias, ¿es una espina que le ha quedado clavada?

-Sí. Sin desmerecer los méritos de otros galardonados, considero que nuestra candidatura ha demostrado que merece el premio por la variedad de actividades que organizamos. Pero hemos logrado otros reconocimientos también muy importantes.

-Se sitúa en el puesto número 6 de la candidatura del PSOE en el Ayuntamiento de Langreo. Con la aparición de nuevas formaciones, ¿confía en lograr un acta de concejal?

-Sí, porque la labor que se está haciendo desde el gobierno local socialista es muy importante y estoy convencido que se va a renovar la confianza de los ciudadanos. Se están haciendo las cosas muy bien.

-¿A Esther Díaz se la echa de menos en el PSOE langreano?

-Ella tuvo su época. Decidió irse voluntariamente al Gobierno regional como consejera de Bienestar Social. Ya es un capítulo cerrado y ahora estamos con otro. La actual alcaldesa, María Fernández, y Esther tienen talantes diferentes. Y, ahora, está María al frente.

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