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MARTA VARELA
Sábado, 16 de agosto 2014, 00:23
«Los lobos están matando casi todas las semanas y no podemos soportar más pérdidas». Así lo aseguran los ganaderos de la comarca del Caudal, cansados de encontrar restos de su ganado tras los ataques de los lobos. Y una de las zonas en las que más daños se están produciendo en las últimas semanas es la de los montes lenenses cercanos al municipio de Quirós.
Los ganadores denuncian que se ha producido un nuevo ataque. Sospechan que tuvo lugar durante la noche del pasado miércoles en el puerto de Agüeria, entre los concejos de Lena y Quiros. Al ir a ver a su ganado, relatan, un ganadero se encontró los restos, prácticamente piel y huesos, de un ternero y una novilla de gran tamaño. Una imagen que, aseguran, comienza a ser habitual en la zona para desesperación de los afectados, que piden controles de población de los cánidos.
Los dos animales fueron devorados en la misma noche y a menos de 10 metros de distancia, lo que hace suponer a los ganaderos que pueda tratarse de una manada con varios ejemplares adultos. Esta zona lenense y la del monte Llosorio, entre los concejos de Mieres, Riosa y Morcín, son las más afectadas por los ataques de los cánidos.
En Llosorio, durante los primeros cuatro meses de este año se contabilizaron treinta reses muertes por una pareja de lobos, según se apuntaba desde la Asociación de Afectados por el Lobu (Agall).
Se teme, además, que este año se puedan superar en el Caudal los 300 animales muertos por ataques de cánidos, cifra con la que se cerró 2013.
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