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MARTA VARELA
Jueves, 7 de agosto 2014, 07:25
Muchos lo habían pronosticado: las piscinas de Riaño son pequeñas para dar servicio a 45.000 langreanos. Anteayer martes estos vaticinios se cumplieron y muchos quedaron a las puertas, sin poder acceder al equipamiento, debido a que se había alcanzado el cupo máximo, que es de 500 personas. En opinión de los usuarios, esta situación «se repetirá cada tarde cuando el tiempo esté bueno».
La indignación de numerosos vecinos se plasmaba el martes por la tarde, cuando al intentar acceder a las piscinas públicas de Riaño se vieron obligados a hacer cola hasta que alguien abandonase las instalaciones. Y es que si durante las mañanas, con buen tiempo, estas piscinas superan las 250 personas, por la tarde es imposible encontrar un lugar para poner la toalla. Incluso los socorristas recomiendan bañarse con moderación ante la afluencia de bañistas.
Anteayer esta situación superó todas las previsiones y el acceso a este equipamiento tuvo que limitarse. «No podíamos dejar pasar a más gente por motivos de seguridad», explicaba el personal encargado del aforo. La solución, al final, fue hacer cola a la entrada de las piscinas esperando que saliesen bañistas para poder entrar. Sin embargo, según sus propios testimonios, el resultado fue fatal: muy pocos pudieron acceder porque «nadie salía».
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