![Si te cruzas en el camino de un oso](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/201908/18/media/cortadas/47595449--1248x874.jpg)
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E. GARCÍA / T. COBO
GIJÓN.
Domingo, 18 de agosto 2019, 03:05
¿Sabría cómo reaccionar si se encuentra con un oso en el bosque? Si la respuesta es «no», conviene que se informe, salvo que sea usted un pertinaz urbanita decidido a no pisar jamás el campo. La posibilidad de que nos crucemos en el camino de un úrsido, hasta hace escasos años remota, tiende a crecer a medida que se recupera esta especie en los montes asturianos. Según los últimos censos oficiales, alrededor de 330 ejemplares campan por la Cordillera, cuando hace un cuarto de siglo no llegaban a ochenta.
Los osos pardos ibéricos no son agresivos y no se conoce ningún caso de ataque mortal a personas en España. Pero, si se sienten amenazados o se actúa con imprudencia, estos corpulentos animales dotados de poderosas garras pueden resultar peligrosos. La Fundación Oso Pardo (FOP) y EL COMERCIO y LA VOZ DE AVILÉS, en colaboración con la Fundación Oso de Asturias, la Fundación Biodiversidad y el programa LIFE Natura 2000+Oso, han preparado una campaña con material divulgativo para explicar a la población cómo debe proceder si se topa con uno de estos plantígrados.
EL COMERCIO regalará el próximo sábado a sus lectores una lámina de gran formato (50,6 x 35,5 cm) diseñada por el infografista del David Vázquez Mata con la información proporcionada por la FOP en la que, de una forma muy gráfica, se explica qué pautas de comportamiento hay que seguir para prevenir los encuentros con osos y cómo hay que actuar cuando sobrevienen estas situaciones.
El póster incluye las características físicas de esta especie en peligro de extinción, sus costumbres, su modo de reproducción, su forma de alimentación, las zonas que habita y su distribución en el mapa, entre otros datos de interés. Además de resultar útil, la lámina es visualmente muy atractiva, con figuras de osos en diferentes situaciones, por lo que es un buen elemento decorativo en la pared de cualquier estancia.
Las ilustraciones muestran qué conductas erróneas hay que evitar para no asustar o enfadar al animal, cómo interpretar sus actitudes, cómo hay que proceder en caso de que corra hacia nosotros y qué hacer si nos embiste. Tal y como explica la FOP, el oso pardo cantábrico tiende a huir del hombre. Gracias a su fino olfato y a su agudeza auditiva, detecta a distancia la presencia humana y se aleja sin que las personas que avanzaban en su dirección lleguen a darse cuenta. Sin embargo, y por fortuna, los tiempos de hostigamiento a esta especie que fue cinegética y masivamente cazada se han superado y hay ejemplares jóvenes que no perciben los núcleos de población como un peligro, por lo que se aproximan a las aldeas en busca de comida fácil.
El reciente destrozo de un remolque con 120 kilogramos de pienso en Clavillas (Somiedo) a cargo de varios osos hambrientos que causaron importantes daños a un ganadero que unos años antes había sufrido un ataque similar, en el que los plantígrados mataron a una de sus terneras; la presencia de jóvenes ejemplares en el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa; la aparición de un gran ejemplar -bautizado como 'Magnus'- que fue captado por una cámara nocturna en Jomezana de Arriba intentando entrar en una parcela con colmenas para disfrutar de la miel o la indemnización de 9.000 euros lograda por un ganadero de Caldevilla de Rengos (Cangas del Narcea) que sufrió daños en su cabaña de ovejas xaldas por dos ataques. Noticias como estas, publicadas en los últimos dos años, son cada vez más frecuentes en la prensa y atestiguan el incremento de la presencia de estos animales en nuestros montes.
Si se respetan unas normas sencillas, se toman medidas para defender los intereses de agricultores, ganaderos y apicultores, y se aplica el sentido común, la cohabitación entre osos y humanos no tiene por qué plantear ni riesgos ni conflictos. Cuando una imprudencia consigue que el úrsido se sienta amenazado, su respuesta defensiva consiste en un ataque breve y una huida inmediata. En los últimos veinticinco años, «sólo se han registrado siete incidentes con contacto físico entre osos y humanos en la cordillera Cantábrica y uno en los Pirineos, ninguno de ellos con resultados fatales», subraya la FOP.
Mientras las Administraciones acuerdan los protocolos de disuasión dirigidos a los animales, es muy recomendable que las personas que acuden a la montaña estén preparadas. La FOP distribuirá en sus Casas del Oso, en albergues, centros de interpretación y otros lugares donde se concentren excursionistas y aficionados a la naturaleza más de 300 carteles con el mismo contenido que las láminas que entregará EL COMERCIO a sus lectores el 24 de agosto.
La Red Natura 2000 es la red de espacios naturales protegidos más grande del mundo y alberga la mejor naturaleza de Europa. Bajo su paraguas, se realiza una gestión sostenible de los recursos naturales compatibilizando las actividades económicas con su conservación. Pertenecer a esta red supone además el acceso a financiación y otros beneficios.
La cohabitación entre humanos y osos en la península Ibérica, habitual en épocas pasadas, cayó en el olvido con el retroceso de la especie, pero volverá a ser una constante a medida que aumente la población osuna, que se encuentra «en ligera y continuada recuperación», según indica la FOP.
Un novedoso estudio resultante del «esfuerzo colaborativo» entre la FOP, la Universidad de Oviedo, el Centro de Investigación en Biodiversidad de la Universidad de Oporto y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos del CSIC, basado en análisis genéticos de muestras recogidas sobre el terreno en 2017, concluye que el tamaño de la subpoblación oriental, «la más pequeña y amenazada », se sitúa ya «en torno a los 50 osos».
La presencia de hembras con crías se ha consolidado en Somiedo, comienza a ser frecuente en los bosques de Lena y es anhelada en la zona de Ponga, donde tras décadas sin constancia de ejemplares empieza a haber evidencias de su regreso. Los habitantes del medio rural conocen al oso. Pero visitantes más esporádicos, como cazadores, atletas de montaña, fotógrafos de naturaleza o senderistas, no siempre están bien informados. La lámina del próximo sábado será de ayuda para las personas que se adentran en zonas antes solo holladas por fauna salvaje.
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