La mujer del presunto asesino de Ardines: «Mi marido estuvo todo agosto en casa»

Sesenta minutos durante los que dio «pormenorizadas explicaciones a prácticamente todas las cuestiones que le plantearon su señoría, las acusaciones y las defensas», según indicó el propio Barutell. La declaración de la mujer viene de esta forma a respaldar lo que el presunto sicario declaró el pasado 14 de mayo en la misma sede judicial, tras ser entregado por las autoridades suizas a España. Entonces negó haber estado nunca antes en Llanes y haber tenido algo que ver con el brutal asesinato del edil.

«Natalia ha declarado como testigo y bajo el apercibimiento de que si mentía estaba cometiendo un delito, no como el señor Djillali Benatia -el otro presunto sicario-, quien declaró inculpando a mi cliente primero en calidad de detenido y luego como investigado, con lo que no estaba obligado a decir la verdad», recalcó Barutell.

La mujer de Kelii también habló del teléfono móvil que, según la Guardia Civil, sitúa al hombre en Belmonte de Pría en el momento de los hechos. «Era un móvil de prepago que utilizaba toda la familia», aseveró Natalia. Y explicó que dicho número lo usaban indistintamente tanto Maamar como un sobrino que convive con ellos en Bilbao e incluso su hijo cuando salía de noche para avisar de que llegaría tarde.

Eso sí, según pudo saber este diario, debido al tiempo transcurrido la mujer no pudo precisar exactamente qué hizo su pareja en la noche del crimen, ni tampoco explicar si había podido oír o no las llamadas que, según consta en el atestado elaborado por la Guardia Civil, recibió Kelii en el citado teléfono esa misma madrugada y que efectuó su presunto compinche, Djillali Benatia. Tampoco supo responder a la pregunta de si había recibido dinero por parte de este segundo hombre, tal y como él mismo aseveró en su declaración.

Además, la jueza comunicó ayer a las partes que la Fiscalía ha solicitado que el juicio se lleve a cabo con un jurado popular. Asimismo, la declaración de Kelii prevista para este martes, 2 de junio, se pospone al jueves, 4 de junio, para que coincida con las testificales de dos de los vecinos de Ardines. En su primera declaración, el presunto sicario se limitó a contestar de forma muy concisa a unas pocas preguntas que le planteó su abogado, pues estaba «agotado» debido al viaje al Ramadán.

Javier Ardines fue asesinado el 16 de agosto de 2018 a escasos metros de su casa, cuando se dirigía a faenar en torno a las seis de la mañana. Tras una exhaustiva investigación llevada a cabo durante seis meses por efectivos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón eran detenidos, el 19 de febrero de 2019, Pedro Nieva, Jesús Muguruza y Djillali Benatia como supuestos autores del crimen. Los agentes consideran a Nieva inductor del asesinato y creen que se lo encargó a Benatia y Kelii, por 25.000 euros y con la mediación de Muguruza, tras descubrir que el edil mantenía una relación sentimental con su mujer, Katia Blanco.