Los cotillones vuelven a Asturias con extras tras dos años de parón

Las ventas están yendo bien, celebra el sector, que en su mayor parte todavía aguarda al comprador de última hora. Es esta una particularidad de la Nochevieja frente a Nochebuena que vuelve a manifestarse este año igual que lo hacía antes de la pandemia, pues mientras la noche del 24 se prepara con mayor antelación y se vincula casi por completo al entorno familiar, niños incluidos, en la del 31 abundan los planes con amigos.

El ritmo de reservas y adquisición de entradas está siendo moderado, aunque «constante», detalla Ana Zarauza. Y las ganas de celebrar las explica la directora de Hostería de Torazo en tanto que empezó a recibir peticiones de presupuesto en agosto tanto para Nochebuena como para Nochevieja. «Ha pasado lo que ocurría otros años», celebra, aun con un 2021 de cierres de última hora fresco en la memoria. «Si bien es cierto que, a la vista de lo bueno que ha sido diciembre, pensábamos que para Año Nuevo iba a haber un aluvión de ventas, pero no ha sido así», arguye Ángel Lorenzo, del grupo Gavia.

El sector confía en colgar muchos carteles de 'entradas agotadas' a lo largo de esta semana. Poco después del puente de diciembre lo hicieron en el hotel Abba Playa de Gijón. «A primeros de octubre nos empezaron a contactar solicitando información y en cuanto anunciamos los planes, volaron las entradas», explica la comercial Andrea González en referencia a las 190 personas que iniciarán el año en el hotel.

Los cotillones y las fiestas vuelven como se fueron: con música, uvas, barra libre, matasuegras y guirnaldas de colores. Y «extras» para hacer más atractivo el plan, «con la música en directo entre las opciones favoritas para espacios grandes que se lo puedan permitir», matiza Zarauza. Porque todo repercute en una factura que no deja de crecer.

Una inflación desbocada y la crisis energética explican el aumento generalizado de los costes, que se repercuten solo en una pequeña parte en el precio final. La cuantía de las entradas a bares y discotecas en Oviedo y Gijón ronda los 55 euros y la de las fiestas con cena alcanza los 140 euros de media. «Los precios se mantienen estables. Apenas hay diferencias respecto a años anteriores a la pandemia», asegura Bruno Veiga, director del hotel Palacio de Luces. En su caso, el pack que incluye, además de la cena y la fiesta, el alojamiento lo ha hecho «menos de un 5%, es decir, 30 euros». Y todo a pesar de que «nuestros gastos se han incrementando entre un 15% y un 20% este año», por lo que «algo se ha repercutido en el precio de venta, pero poco», explica González.

«Hemos hecho encaje de bolillos para asumir los gastos», explica Antonio González, que apenas hace tres meses que está en el restaurante Somió Park. Trabajar «con previsión», pese a la incertidumbre, ha sido de ayuda para reducir unos costes «de escándalo».

«El cliente tiene ganas de celebrar el fin de año, pero está buscando más espectáculo para festejarlo a lo grande», asegura Sergio Fernández. El grupo Joker propone celebrarlo este año en ocho locales de Oviedo a los que se podrá acceder con una misma pulsera. Evitar aglomeraciones y garantizar la seguridad es el objetivo compartido.