«El mundo de la moto está saturado de gente con dinero y tiempo, pero sin actitud»

Ese viaje a tierras gallegas fue el primero de todos los que esta bloguera, escritora y conductora de autobús de Corvera emprendería con su moto, entre los que se incluyen una vuelta al mundo en solitario y en pandemia que concluyó el año pasado y que no estuvo exenta de problemas. Entre ellos, su paso por Rusia al poco de estallar la guerra y cómo tuvo que dejar durante casi un año su moto en el país. Pero si hay viajes que distingan a Sonia, esos son sus escapadas por Asturias por las que hace ocho años abrió su blog en LA VOZ DE AVILÉS-EL COMERCIO, 'Explorando el paraíso en moto' y por las que actualmente ya ha publicado ocho libros.

«A los doce años fue la primera vez que dije que algún día escribiría un libro», confiesa. El miércoles 12 presentará el último de ellos, 'Asturias tierra de ensueño', en el Centro Sociocultural de Las Vegas. Sonia explica que este libro, al igual que el resto, tiene por objeto mostrar los lugares menos conocidos de Asturias como una forma de «ponerlos en valor» y para demostrar que «no por haber marchado fuera minusvaloro lo que está cerca».

Para ella todos sus libros «son diarios de mis viajes que la gente usa posteriormente como guías», donde los protagonistas son «los paisajes, la moto y la gente que me encuentro». Sus rutas por Asturias son, por tanto, lo que le permite romper la monotonía de su trabajo como conductora de autobús, en el que comenzó hace más de veinte años, cuando aún «había gente que al ver que éramos mujeres las que conducíamos no se subían al autobús».

Por suerte, los tiempos han cambiado, aunque en el mundo de la moto asegura que hay una «saturación de gente que tiene tiempo y dinero, pero les falta actitud», lo que ha llevado a Sonia a tener siempre las ideas muy claras y ser consciente de que ella no quiere «ser una persona que ve la vida pasar». Tal vez sea esto lo que la ha llevado a hacer de la carretera su oficina y su casa y haya convertido la moto en una extensión más de ella misma, aunque asegura que puede vivir sin ella, pero prefiere no hacerlo. O tal vez sean las ganas de hacer de cada experiencia «la mejor de mi vida». Sea como fuere, está claro que aún tiene mucho para contar.