Las pantallas antirruido de Trasona estarán colocadas antes del verano

Esta actuación, que supone una inversión de 415.102 euros, permitirá reducir el ruido que el tráfico carga sobre la zona y se une a otra anterior, aún sin terminar, en la que se cambió el asfalto por uno fono absorbente.

Alejandro Calvo anunció que después de los trabajos previos, se podrán instalar las nuevas pantallas, algo «muy demandado por los vecinos». La obra pretende que las infraestructuras «generen las menores molestias posibles a las personas que viven en su entorno y las tienen que soportar cada día», manifestó. La colocación estará terminada antes del verano.

El alcalde recordó que la reivindicación ya viene de lejos porque «aquello que sirvió para conectar Asturias, a la parroquia de Trasona la partió por la mitad». Pero ahora «el nuevo firme ya se nota y sólo quedan las barreras», «aunque «nos gustaría que todo fuera mucho más rápido, por supuesto, pero ahora el debate ya es solo el ir un poco más rápido».

Esta es una obra compartida entre la administración regional y la central, cuya inversión asciende a tres millones y medio de euros. A partir de un punto kilométrico pasa a depender de la Red de Carreteras del Estado y dependerá del Ministerio que ya ha colocado el 60 por ciento de las pantallas, según el consejero.

Y esta es la pega que ponía uno de los asistentes que no parecía estar contento. Bernardo Duarte, un vecino que vive en un quinto piso en Trasona, a cincuenta metros de la autopista, dijo que, aunque la obra esté a la mitad, «ya se nota bastante que hay menos ruido», pero el problema es que «cuando empezaron la obra nos lo pusieron todo muy fácil y en dos meses teníamos media autopista asfaltada, y ahora llevamos ocho meses esperando a que asfalten la otra parte y no ves que se vaya a acabar». En su opinión, el hecho de que la obra dependa de las dos administraciones «hace que vaya todo más despacio».

Sí que se mostraba satisfecha Carolina Llorente, vecina de Favila que tiene doble ventana en casa y que, según dijo, «ya nos hemos acostumbrado porque de tanto oír el runrún llega un momento que te acostumbras, aunque en verano se oye más». Ella consideró que la obra «sí que va a solucionar el problema de ruido en la zona» y celebró que se hagan «cosas buenas» para los vecinos del barrio.