Aucalsa logra abrir un primer paso en el argayo y los técnicos estudian las dimensiones del derrumbe

Esa vía de servicio facilita ahora el movimiento de maquinaria pesada y técnicos entre las zonas norte y sur del desprendimiento, facilitando así diseñar un ataque coordinado desde varios flancos. Esta mañana los trabajadores de la concesionaria se afanaban por retirar vallas y otros elementos que pueden obstaculizar el movimiento de operarios, según pudo verificar EL COMERCIO. Van llegando a la zona camiones tipo dúmper articulados (también denominados «lagartos») pero por ahora la orden es esperar.

Es una mañana clave. Estaba previsto que con ayuda de un dron los especialistas en geotecnia puedan hacerse una mejor composición tanto del volumen descargado como de la profundidad de la cabecera del argayo. Son datos imprescindibles para ir dimensionando una solución que será en dos fases.

Según anticipó el director general de Aucalsa, Eduardo Arrojo, la intención es retirar primero el material de la calzada exterior, que es la de sentido hacia León. Es la que menos material ha recibido. El objetivo es sanearla, instalar sistemas de sustentación reforzados y mantener el argayo bajo vigilancia continua, permitiendo así la circulación con restricciones en la calzada liberada. Para ello se haría un 'by-pass' de modo que un carril sirva para cada sentido.

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Arrinconado el material en la calzada contigua a la ladera, se abordaría la segunda y más compleja fase. Consiste en la retirada del material en tanto se va afianzando la propia ladera. Ahí se teme una obra de semanas o meses, según los especialistas consultados.