Asturias Suma continuará con el encierro aunque se autorice la reapertura

Hasta que esa reunión se produzca, su organización no abandonará las protestas, que incluso se podrán incrementar en los próximos días, tal y como apuntó Méndez. De hecho, «una apertura con un aforo restringido por debajo del 80% conducirá a muchos locales a la ruina», añadió. Así, aunque el Principado determine la reapertura de la hostelería, Asturias Suma no modificará su planteamiento: «Reabrir con las restricciones de octubre, significa el cierre definitivo de muchos negocios».

Como solución, Méndez propuso que Asturias se fije en otros países europeos, «como Francia y Alemania, en los que los negocios afectados por la covid han recibido más ayudas que los locales asturianos».

Además, el presidente de Asturias Suma criticó que la Junta General del Principado priorice las reuniones con Otea al resto de asociaciones hosteleras. Señaló que el cierre de los negocios afectados plantea diversos enfoques, «y que el de su asociación no tiene menos valor que el del resto de agrupaciones».

Méndez explicó que la patronal Otea apuesta por una apertura del sector con restricciones, mientras que Asturias Suma prefiere continuar con el cierre siempre y cuando esto lleve consigo una suspensión de los costes fijos que tienen que afrontar.

Además incidió en que su organización se opone a la flexibilidad del despido y pide que sea el Ejecutivo regional la administración que complemente el sueldo de los trabajadores en situación de ERTE para que puedan cobrar su salario completo.

«Reducir los interlocutores a Otea significa prescindir de matices que tienen que estar sobre la mesa», defendió el presidente de Asturias Suma, que asegura no comprender que ningún miembro del Gobierno de Adrián Barbón se siente a dialogar con ellos: «No somos solo hosteleros, representamos a gremios que no tenían representación hasta ahora», planteó.

«Todos los trabajos son esenciales», insistió Asturias Suma, colectivo que recordó que «cuando una familia depende de unos ingresos para vivir, su actividad resulta imprescindible». De momento, el encierro de cinco de los suyos sigue en la iglesia de San Pedro.