–¿Qué hace una médica de urgencias abriendo un geriátrico?
–(Risas) Soy médica desde hace 36 años. Cuando estaba haciendo la tesis, en el departamento de Anatomía de la Universidad de Oviedo, dije a mis compañeros que yo, algún día, abriría una residencia. Me dijeron que estaba loca, pero yo sabía que esto era el futuro. Hace veintiséis años, justo cuando nació mi hijo, mi marido y yo, que era enfermero de Hunosa, empezamos las obras en la residencia. Y hasta hoy.
–¿Y lo de crear una nueva patronal, cuando en Asturias ya hay dos (Aarte y Ascege)?
–La mayoría éramos socios de otra, Asacesema, que se fue al traste por problemas económicos con la dirección. El asunto está judicializado y nosotros no tenemos nada que ver. Así que, a finales de 2019, montamos una junta directiva con seis personas, contratamos un abogado e hicimos recuento: 42 residencias, 700 profesionales 1.300 residentes. Y con peticiones cada día.
–Crearon la asociación a un paso del estado de alarma.
–Todos los de la asociación somos dueños o directores, no asalariados de una multinacional y estar en Argas nos sirvió para aprender, darnos apoyo... Psicológicamente nos vino muy bien. A veces, cuando alguien tenía un brote se venía abajo, pero entre todos nos animábamos.
–¿Y el cambio de protocolo?
–Los nuevos protocolos nacieron en este despacho. En Argas hicimos un vídeo, se puede ver en Youtube, que luego le pasamos a la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar. Ahí ya explicábamos cómo poner la bata, las calzas, que había que dejar fuera bolsos y móviles...
–¿El protocolo de Salud es suyo?
–Fuimos pioneros. Trabajamos mucho. Cómo había que proteger a residentes, trabajadores y a proveedores, a los que no se había tenido en cuenta. Cómo implantar turnos, desterrar baberos y material no desechable, como colocar geles a la entrada y salida del centro y las diferentes salas. Fue todo experimental.
Anticipación
–¿Fue debido a su experiencia como médico de urgencias?
–Me vino muy bien. El 1 de marzo mi residencia se blindó.
–¿El 1 de marzo? El estado de alarma no llegó hasta el 14.
–Pues nosotros cerramos el día 1. En Argas, todos nos blindamos antes del 3 de marzo. Y nos pusimos mascarillas. No dudamos nunca que la protección era la mascarilla.
–Otros centros prohibían su uso para no asustar a los residentes.
–En Argas lo tuvimos claro. Igual que lo de blindarnos. Algunos nos decían que era ilegal, pero yo dije 'soy médico y lo hago bajo prescripción médica'.
–¿Qué vio usted el 1 de marzo cuando aún no había casos de covid en Asturias?
–En febrero, en la sanidad asturiana ya sabíamos que algo había. Sobre noviembre o diciembre no hacíamos más que recibir enfermos con catarros y toses que no curaban. Decíamos 'qué gripe más rara, que resiste a todos los antibióticos'.
–¿Qué dijeron las familias con el cierre? ¿Y los residentes?
–Lo entendieron. Hemos sido muy transparentes. Se ha hablado con todos y de todo en todo momento. Y de los trabajadores solo puedo decir que lo han dado todo (se emociona)... Todo.
–¿Qué ha supuesto la covid en gastos?
–La covid ha sido desastrosa para las residencias. En seis meses, solo en mi residencia, 22.000 euros de sobrecostes. Y con nuevos ingresos congelados. Y con plantilla ampliada. Y nosotros tuvimos suerte de que no enfermó nadie de la plantilla. Ni que decir cuántos test, mascarillas, geles, batas, guantes hemos comprado. Y la desinfección,
–¿Este protocolo ha venido para quedarse?
–Argas ha decidido que las mascarillas van a seguir utilizándose. No entre los residentes, pero entre los trabajadores siempre. Incluso aunque ahora estamos todos vacunados.
–Han pedido ayuda
–No sé si sabrá la pelea que tuve con las consejerías de Salud y Bienestar para que nos pagaran las PCR. Y nadie nos apoyó.
–Las otras dos patronales sí han exigido el pago de las PCR.
–Bueno (duda), dejémoslo ahí. De momento hemos conseguido el compromiso de que nos las paguen, pero lo cierto es que no hemos recibido ni un euro aún.
–¿Y acceder al plan de rescate?
–El compromiso de la consejera de Derecho Sociales y Bienestar es que habrá ayudas, pero hasta marzo no se esperan. Y luego, veremos. También tenemos el compromiso de que se arreglará el agravio comparativo de la Ley de la Dependencia.
–¿Cuál?
–No se puede hacer chantaje económico a las familias para que opten por las plazas del ERA (la red pública) como está ocurriendo. La ley dice que las ayudas son iguales para todos, pero eso no se está cumpliendo.
–Ha pedido flexibilizar esos protocolos que dice que creó.
–Sí. Le hemos dicho a Salud que hay que abrir ya. Que estamos en una nueva fase, con todos vacunados. A una persona vacunada y con PCR negativa no se la puede aislar quince días cuando ingresa en una residencia. Eso echa para atrás a las familias. Con los sobrecostes y los ingresos congelados no podemos seguir.
–¿La pandemia ha acelerado el nuevo modelo de geriátrico que ahora impulsa el Principado?
–Desde luego, las grandes perdedoras con el nuevo modelo serán las grandes residencias.
–¿Ve factible su aplicación en Asturias?
–A día de hoy, no.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.