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«Si la situación se torna más difícil, habrá que tomar medidas para anticiparnos». Lo anticipaba ayer en Avilés la consejera de Derechos Sociales y Bienestar. La escalada de casos de contagios y hospitalizaciones que está trayendo consigo la sexta ola de la pandemia puede ... afectar también a la red geriátrica. Y ya lo ha hecho. Este martes el departamento que dirige Melania Álvarez ha cerrado la Residencia Mixta de Pumarín (la mayor de toda Asturias y ubicada en Gijón) y la de Sotrondio, ambas de la red pública. Lo hace por sendos brotes que en total suman veintidós positivos, todos con síntomas leves. La Residencia Mixta ha registrado cinco casos: dos trabajadores y cinco residentes. La de Sotrondio, quince: once usuarios y cuatro trabajadores. Esto ha obligado a hacer cribados a toda la plantilla y usuarios. De momento, se prohíben las visitas y la entrada o salida al edificio de personal no autorizado.
La noticia saltó durante la comparecencia de la consejera ante la Comisión de Hacienda de la Junta General del Principado para presentar sus presupuestos. Una jornada marcada por las concentraciones que la plantilla de la red geriátrica pública, la que gestiona el organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) está llevando a cabo tanto ante el Parlamento asturiano como ante los centros públicos.
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Exigen que se incluya en sus nóminas un plus de peligrosidad. A preguntas del diputado de IU Ovidio Zapico sobre esta protesta, Melania Álvarez aseguró que están analizando la petición.
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