La Policía controlará las aglomeraciones en las tiendas y las fiestas clandestinas

Más allá del comercio, y en el contexto de la crisis sanitaria, los agentes redoblarán la atención sobre los comportamientos que incumplan las normas de prevención sanitaria, como las fiestas clandestinas «de jóvenes y no tan jóvenes», puntualizó la jefa superior de Policía de Asturias, Luisa María Benvenuty, en la presentación de la estrategia. Con este objetivo, el Cuerpo hará un especial seguimiento de las redes sociales, ya que «es ahí donde muchas de esas fiestas se publicitan».

Para denunciar este tipo de ilegalidades, Benvenuty animó a los ciudadanos a utilizar herramientas digitales como la aplicación móvil AlertCops, mediante la que se pueden enviar fotos y vídeos de diferentes actitudes delictivas o sospechosas (robos, maltratos, okupación de viviendas...) o pedir ayuda en situaciones de riesgo. También, por supuesto, llamar al 091 o contactar con la Oficina Virtual de Denuncias en la página de la Policía.

El Plan de Comercio Seguro tiene escala nacional, aunque la intensidad depende del territorio. En cada uno de los concejos de Oviedo, Gijón y Avilés, por ejemplo, operarán alrededor de cincuenta agentes. Además de la vigilancia, las fuerzas policiales que trabajen a pie de calle tratarán de mantener una relación cercana con comerciantes y clientes, respondiendo a sus dudas y proponiendo pautas de prevención, especialmente en el contexto de la covid-19. También se busca una cooperación estrecha con las policías locales y los servicios de seguridad privados.

La Policía sugiere a los comercios que prioricen el pago electrónico, de modo que no se acumule demasiado dinero en efectivo en las cajas registradoras, reservando lo imprescindible para garantizar el cambio. En esta línea, se sugiere hacer retiradas frecuentes de dicho dinero y contar con detectores de billetes falsos. También es óptimo mantener actualizado el Terminal de Punto de Venta (TPV) y no hacer operaciones si generan dudas.

Tampoco es bueno dar datos personales a cualquiera, aunque llame en nombre de un establecimiento bancario o financiero. Una de las tácticas más frecuentes de los estafadores, señala la Policía, es reclamar muchos datos personales de los usuarios, algo que «ningún banco ni establecimiento comercial reconocido puede hacer». Por eso, se insiste en contratar medios y pasarelas de pago con entidades bancarias reconocidas. En el caso de los comercios 'online', los agentes recomiendan mantener actualizada la web y el servidor.

Conviene prestar atención a los clientes que muestren una actitud vigilante, que se pasen demasiado tiempo curioseando o que hagan muchas preguntas, así como a aquellos que traten de ocultar su rostro. Habrá que estar alerta cuando entren grupos numerosos, ya que pueden actuar de forma coordinada para cometer delitos. Y al cerrar la tienda, hay que cerciorarse de que nadie queda en el interior (sótano, lavabo, almacén, etc.). También es bueno hacer caja a puerta cerrada, con acompañamiento y en distintos horarios, de modo aleatorio.

Los establecimientos deben tener controlados los productos de mayor valor (si es posible, lejos de la entrada y en una vitrina cerrada con llave) y extremar la precaución en los momentos de mayor afluencia. Se recomienda contar con cámaras de vigilancia, siempre que estén instalados por empresas avaladas por la Policía.