
El Principado impondrá, a propuesta de Salud Pública, la instalación de medidores de CO2 en todos aquellos negocios donde haya posibilidad de bajarse la mascarilla o en espacios cerrados donde pueden llegar a concentrarse más de 500 personas, desde restaurantes a gimnasios. Esa es la medida que se adoptará a corto plazo para tratar de frenar la sexta ola de contagios por coronavirus, que el jueves generó 322 nuevos casos y tiene hospitalizadas a 123 personas, de las cuales 19 permanecen en UCI.
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Lo que pretenden las autoridades sanitarias es incidir en la importancia de mantener una buena ventilación en los espacios interiores, para reducir el riesgo de contagio. Esta medida, junto con el uso de la mascarilla, son «claves» para combatir la pandemia.
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En la dirección general de Salud Pública están convencidos de que, si se ha llegado a este nivel de incidencia es porque esas normas básicas no se están cumpliendo adecuadamente. De ahí que también se haya decidido reforzar las labores de inspección y de control. Primero, tal como explicó el director general Rafael Cofiño, como medida pedagógica y de sensibilización. Pero también con propósito sancionador, para penalizar a quienes incumplen las normas sanitarias.
Estas medidas, que se adelantan con respecto a lo previsto inicialmente, debido al rápido incremento de los contagios y el aumento de la presión asistencial en hospitales y centros de salud, se tramitarán en los próximos días, para su aprobación y entrada en vigor a lo largo de la próxima semana.
«Por favor, responsabilidad», clamaban esta mañana tanto el director general de Salud Pública como la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, y el jefe de Alertas y Emergencias, Miguel Prieto. Los tres comparecieron en rueda de prensa para explicar la situación «preocupante» en la que se encuentra Asturias desde el punto de vista epidemiológico y pedir prudencia.
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De momento, no se prevé reducir aforos ni limitar horarios, aunque esa posibilidad está sobre la mesa y su aplicación depende de la evolución de la pandemia y de la confianza de las autoridades sanitarias en la responsabilidad colectiva da sus frutos. En cualquier caso, Cofiño destacó que, según el nuevo «semáforo covid» el nivel de riesgo en Asturias «es bajo todavía». Aunque hoy aventuraban «unos meses complicados».
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