Borrar
Un técnico del laboratorio de Virología del HUCA prepara las muestras de PCR para su análisis. MARIO ROJAS
Coronavirus en Asturias: Asturias deberá vacunar al menos al 40% de la población para mitigar el impacto de la cuarta ola
Coronavirus en Asturias

Asturias deberá vacunar al menos al 40% de la población para mitigar el impacto de la cuarta ola

Los expertos vinculan la «rapidez» de la campaña vacunadora con la fuerza de otra oleada. Apenas el 3% de la población ha recibido las dos dosis

YAGO GONZÁLEZ

OVIEDO.

Miércoles, 10 de febrero 2021, 02:20

Si la pandemia es como atravesar una cordillera mortal, parece que Asturias está comenzando a descender la tercera montaña. Aún no está claro si la bajada será más rápida o más trabajosa, pero lo que sí es probable es que tarde o temprano habrá que escalar una nueva ladera. Que ésta sea más o menos escarpada dependerá, según los especialistas, de dos elementos: la vacunación y la propagación de nuevas variantes del virus.

Los inicios de la segunda y la tercera ola han sido diferentes. Aquélla fue más paulatina: transcurrió un mes desde su comienzo hasta su clímax de incidencia. En ésta ha sucedido lo mismo en la mitad de tiempo, dos semanas. Ahora la duda es cómo será la bajada. En la segunda ola hubo una primera semana de descenso abrupto, y a partir de ahí la línea fue más suave, con una reducción de la incidencia más serena. En esta tercera arremetida, si se coge como baremo la incidencia acumulada de siete días por 100.000 habitantes, se percibe una caída considerable desde el máximo del 30 de enero (354 casos) al dato más reciente, del pasado lunes (238).

«Es probable que, al igual que en la segunda ola, tras unos días de descenso rápido entremos en un ritmo algo más lento, más sostenido en el tiempo», explica Pedro Arcos, médico epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo. Arcos recuerda que una diferencia importante con la última escalada del virus es que «ahora hay una vigilancia epidemiológica mucho mayor, por lo que se escapan pocos datos».

¿Y habrá cuarta ola? «No lo sabemos, todo dependerá de la rapidez de la campaña de vacunación. Aunque no se consiga el objetivo del 70% de la población para el verano, si al menos se obtiene el 40% o el 50%, lógicamente el avance del virus será más lento y se reducirá el impacto de otra oleada», señala Arcos, que no obstante se muestra «muy escéptico» sobre la meta de inmunización que se ha marcado el Gobierno español en general y el asturiano en particular: «No es un problema de falta de personal o de problemas logísticos locales, sino sencillamente de falta de suministro de vacunas. El mercado de vacunas está cautivo por unas pocas compañías farmacéuticas», asegura el epidemiólogo.

De momento, los datos oficiales indican que ni siquiera el 3% de la población asturiana ha recibido las dos inyecciones, aunque el porcentaje es el doble que la media en España.

«Ha venido para quedarse»

Santiago Melón, jefe del Laboratorio de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), sostiene que «el virus ha llegado para quedarse», por lo que hay que contar con nuevas oleadas del SARS-Cov-2, que «acabará habitando entre nosotros como un virus respiratorio más». Eso sí, está de acuerdo con Arcos en que «si se ponen las suficientes vacunas, las incidencias no serán tan elevadas». En todo caso, el virólogo opina que «las próximas dos semanas son claves» para comprobar la evolución de la tercera ola en la región.

Melón dirige el equipo encargado de detectar la aparición en Asturias de nuevas cepas del virus. De momento sus esfuerzos se centran en la variante británica, que «se está estabilizando en torno al 50% de los casos, y en personas unos diez o quince años más jóvenes que la media de población más afectada hasta ahora». No obstante, en las muestra analizadas por su laboratorio aún no hay indicios de que hayan penetrado cepas que sí están circulando en otras partes del mundo, como la sudafricana, la brasileña o la japonesa. En cualquier caso, admite el virólogo, «todas las cepas acabarán llegando tarde o temprano».

Según Pedro Arcos, lo propio de las variantes de los virus, tanto en esta como en otras epidemias del pasado, es que «se hagan más transmisibles pero menos virulentas». Es decir, que contagien a más personas pero que sus efectos sean menos graves para la salud. Esto quizá ayude a explicar los datos de la covid en el mes de enero: 9.895 positivos, casi tantos como en noviembre (10.990), pero con tres veces menos mortalidad: 177 fallecidos, frente a los 596 de entonces.

Eso sí, Arcos advierte de que, cuando una nueva variante se infiltra en la población, «el organismo humano se enfrenta a ella como si fuera un nuevo virus», dado que su sistema inmunológico no lo reconoce, por lo que «lo más correcto sería decir que, si por ejemplo llega la cepa brasileña, lo que se está produciendo es la primera ola de esa cepa, no la cuarta ola de la covid».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Asturias deberá vacunar al menos al 40% de la población para mitigar el impacto de la cuarta ola