Coronavirus en Asturias | 1.200 familias reclaman turnos rotatorios para ir a clase y horarios de mañana y tarde

«Nosotros también compartimos que lo mejor sería la enseñanza presencial, pero el protocolo actual no garantiza la seguridad. No es el adecuado desde el punto de vista sanitario». Es el sentir de 1.200 familias asturianas que, desde hace semanas, solicitan que la vuelta a colegios e institutos sea voluntaria y sus hijos puedan seguir las clases 'online'. Las ratios (reducidas a 20 alumnos hasta cuarto de Primaria y que se mantienen en 25 a partir de quinto y Secundaria y 30 en Bachillerato) «contradicen» las recomendaciones del ministro de Sanidad, Salvador Illa, de no juntarse en grupos de más de diez personas y siempre que sean convivientes. Ante la firme intención de la Consejería de Educación de no bajarlas y en un escenario en el que el Principado «revalora» el modelo presencial a expensas de la evolución de la pandemia, creen que es el momento de estudiar dos medidas.

La primera, que haya turnos rotatorios, se ha planteado ya en Murcia, la Comunidad Valenciana, Aragón y Madrid. Proponen hacer grupos en Primaria y que unos niños vayan un día a clase y al día siguiente puedan quedarse en casa haciendo deberes o algún tipo de alternancia similar.

La segunda medida es que en Secundaria haya horarios de mañana y tarde y, en institutos con un elevado número de alumnos, se pueda abrir hasta un turno de noche para Bachillerato.

Al igual que otros padres, sostienen que «la consejería ha tenido cinco meses para elaborar un plan 'A', 'B', 'C', 'D' e incluso con las letras de todo el abecedario. Sin embargo, a diecinueve días para iniciar el curso no hay nada claro encima de la mesa». Sus portavoces, Nuria García y Eva María Fernández, se hacen eco de «la indignación» de las familias porque «la consejera está desaparecida. No interviene. No hay diálogo y el presidente del Principado, Adrián Barbón, se ha limitado a contestarnos a través de una red social, en la que nos invita a que leamos el BOPA del 31 de julio, que trae las instrucciones de principio de curso».

Tan solo una de sus demandas, compartida por otros miembros de la comunidad educativa, ha sido atendida: que los niños desde los seis años lleven también la mascarilla en clase, algo que no se estimaba necesario hasta cuarto de Primaria al fijarse grupos estables. También muestran su conformidad con la realización de pruebas PCR a los profesores antes de inicio de curso. A los alumnos, en cambio, no se les hará. «¿Por qué no? Hay dudas que nos surgen. Los niños de Infantil, por ejemplo, son propensos a tener fiebre. Si están en el centro y se da este caso, ¿cómo o van a actuar? ¿Se pondrá en cuarentena a toda la clase?», pregunta la plataforma, que aglutina a estas familias bajo la denominación 'Asturias por una Educación presencial voluntaria durante la pandemia'.

Les inquieta también el alumnado de Educación Especial, con derecho reconocido a recibir clases individuales. «¿Se cumplirá?», se preguntan. Si de aquí hasta que empiece el curso escolar no hay avances para que «la vuelta sea segura», las familias afirman que no llevarán a sus hijos a clase. «Si me tienen que abrir un expediente, que me lo abran. Siempre nos quedará la Justicia», añade Nuria García. «Es la vida de mis hijos».