10.500 asturianos presentan un riesgo de «consumo problemático» de cannabis

Esas son algunas de las conclusiones que se extraen de la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España 2022 (Edades), presentada ayer por la directora de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez, y el sociólogo y técnico de Salud Pública, Antón González. El estudio, realizado sobre una muestra de 1.296 asturianos de entre 15 y 64 años, concluye que las sustancias de mayor consumo son el alcohol, el tabaco, el cannabis y los ansiolíticos. Casi 80 de cada 100 encuestados reconoce haber bebido y el 37,3% haber fumado. En los últimos 12 meses, el 12,4% ha consumido relajantes musculares, el 7,8% cannabis y el 1,3% declara haber consumido cocaína. Por sexos, los hombres consumen más alcohol y cannabis que las mujeres y ellas más ansiolíticos que los varones.

Al entrar en juego el factor edad, se observan indicadores halagüeños. Y es que, según el estudio, los jóvenes nacidos a partir de finales de los 90 fuman y beben menos que otros grupos de edad. El 67,9% de los encuestados más jóvenes reconoce que ha tomado alcohol en el último mes frente al 74% de las personas de entre 35 y 64 años en Asturias. Esta estadística se reduce aún más en el caso del consumo diario: el 1,6% de los más jóvenes frente al 12,9% de los de más edad.

Los jóvenes son también los que menos fuman a diario. Solo un 24, 6% tiene este hábito, mientras que en el resto de grupos de edad el porcentaje crece, como mínimo, en siete puntos. Los expertos atribuyeron estos cambios en la tónica de consumo de la población joven a varios factores. Entre ellos, «al efecto de las campañas de sensibilización y a la difusión social de hábitos de vida saludable», apuntó Rodríguez,

Si bien es cierto que los jóvenes consumen cada vez menos drogas, las pantallas parecen haber tomado el relevo a las adicciones tradicionales. Cuatro de cada diez jóvenes de entre 15 y 24 años hace un uso problemático de internet, multiplicando por dos el riesgo de adicción respecto al grupo de edad inmediatamente posterior.

En cuanto al consumo de fármacos con efecto ansiolítico, el estudio revela que, por primera vez en la última década, se rompe la tendencia al alza. No obstante, los valores siguen siendo bastante altos en el caso de las mujeres, siendo estas las que más adicción presentan a tranquilizantes y somníferos. El 10,7% de las encuestadas manifiesta que los toman a diario, duplicando el consumo que hacen ellos.

La edad es otro factor determinante. Así, las mujeres multiplican por 8 su ingesta a partir de los 35 años, pasando del 0,8% entre los 15-24 años a un 17,5% en las mujeres de entre 55-64. Entre los hombres sucede algo parecido, aunque el crecimiento del consumo es en función de la edad.