34 Congreso de la Federación Socialista Asturiana

Pedro Sánchez arropa hoy a Adrián Barbón al inicio del congreso que renovará la dirección de la FSA

Bajo el actual formato, su cargo ya llega aprobado por la militancia de antemano, lo que le deja las manos libres para decidir a su equipo. Los últimos han sido días de hacer consultas, sondear opiniones e ir decantando una renovación que tiene mucho de juegos de equilibrio interno. La consigna, hoy como en 2022, es dar con cambios que refuercen del peso político, representen a todas las zonas de Asturias y donde se respeten los principios de paridad. Para añadir complejidad al puzzle, hay que dejar también cuota a las agrupaciones menos afines.

Es seña de identidad de Barbón mantener cerca a su círculo más próximo, donde son pilares fundamentales la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, la portavoz parlamentaria Dolores Carcedo y el consejero Alejandro Calvo. También para aprovechar y confiar responsabilidades a jóvenes valores del partido.

No es fácil respetar tantos condicionantes y una de las cartas a favor del secretario general en el caso de la ejecutiva es ampliar o reducir los asientos de la misma. En las filas socialistas se da tan por seguro que Rita Camblor dejará de ser vicesecretaria general de Organización y Coordinación como que tendrá otras funciones en la ejecutiva. Se valora su trabajo y trato pero se asume que no ha logrado la autoridad interna de la que gozaba su predecesora, Gimena Llamedo.

Son figuras en alza el secretario general avilesino y diputado autonómico, Luis Ramón Fernández Huerga, y también ha venido ganando exposición pública en los últimos meses Álvaro Valle, secretario adjunto de Acción Política e Institucional.

Genera gran aceptación la opción de que Barbón rompa su norma de no dar cargo en la ejecutiva a quien está en el Gobierno autonómico. Volver al formato anterior permitiría dar asiento a Guillermo Peláez, portavoz y consejero de Hacienda. Fue incorporado al Ejecutivo asturiano tras una etapa en Madrid y su inclusión en la dirección del partido reforzaría la conexión entre la formación y el Gobierno, además de darle una plataforma para estrechar alianzas personales con las agrupaciones.

El equipo que eligió en 2022 lo compusieron 21 mujeres y 12 hombres; grupo con una edad media que no llegaba a los 45 años. El respaldo fue del 97% de los delegados, frente al 64% que se impuso en el polarizado congreso de 2017. Quizás uno de los retos del cónclave que hoy empiece esté en medir si la ilusión que el secretario general suscitaba entonces sigue intacta o se ha resentido algo.