Asturias y las regiones del Noroeste reafirman su exigencia de un modelo de financiación autonómica «sin privilegios»

Fue la Conferencia de Presidentes de Salamanca la número 24 que se celebra, de las que 18 se han realizado en la pandemia, y la reunión ha servido para dejar patente que pese a la cordialidad sigue habiendo importantes diferencias entre las dos españas, la que por un lado defiende un nuevo modelo de financiación autonómica basado en el coste real de los servicios para que todos aquellos españoles puedan disfrutar de ellos en las mismas condiciones (grupo en el que está Asturias) y la que, por otro, apuesta por un reparto más ajustado a su capacidad financiera, como así defienden comunidades como Madrid o la Comunidad de Madrid. Y hoy, Asturias, ha dejado claro en la conferencia de presidentes que su posición, en este punto, no ha cambiado. «No aceptamos un modelo que no esté basado en el coste real de los servicios, porque no es lo mismo prestar un servicio público en Asturias, con una población envejecida y dispersión demográfica, que en otros territorios», defendió el presidente del Principado en el cónclave.

Pero no fue el único. Y es que la Conferencia de Presidentes ha servido para afianzar la posición del llamado bloque del Noroeste, formado por aquellas comunidades que comparten las mismas tesis que Asturias para diseñar el nuevo modelo de financiación autonómica: además del Principado, Galicia, Castilla y León y Cantabria y al que posteriormente se sumaron Aragón y Castilla-La Mancha. Los presidentes de todas estas comunidades insistieron en su defensa de un sistema «sin privilegios territoriales», como dijo el presidente de Aragón, Francisco Javier Lambán, y «homogéneo», como pidió el gallego Alberto Núñez Feijoo. Unos mensajes que tenían varios destinatarios: por un lado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dejando claro que estas comunidades no aceptarán tratos a favor con las regiones gobernadas por los nacionalistas; por otro, aquellas comunidades que mantienen un modelo de financiación basado en la recaudación de cada una de ellas, como es el caso de la Comunidad de Madrid. Por cierto, en la reunión de presidentes, que se prolongó durante más de seis horas, fueron más las comunidades que reprocharon a Madrid su política de bajada de impuestos, incluidas algunas del PP, según apuntan desde Moncloa, que las que aplaudieron ese modelo fiscal de la presidenta Ayuso.

Otro tema que se abordó en la Conferencia de Presidentes fue el reto demográfico. La vicepresidenta para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, presentó a los presidentes autonómicos el Plan Nacional para hacer frente al despoblamiento del país. Y en el trancurso del cónclave anunció una inversión de 10.000 millones de euros para los próximos tres años para hacer frente al grave problema de envejecimiento, despoblación y baja natalidad que en comunidades como Asturias es acuciante. Eso sí, la ministra no detalló en qué y cómo se invertirán esos dineros.

Pero el punto estrella de la Conferencia de Presidentes fueron los fondos europeos para la reconstrucción, los llamados Next Generation. España recibirá 69.000 millones de euros, de los que 19.000 llegarán de Bruselas este año. El presidente del Gobierno anunció durante su intervención en la Conferencia que el 55% de esta primera remesa, unos 10.500, serán gestionados directamente por las comunidades. Esta fue una de las medidas que el presidente del Principado ha venido reclamando, defendiendo ante el Gobierno de España más capacidad de gestión de las autonomías de estos fondos de reconstrucción. En lo que no se avanzó ayer fue en los criterios de reparto de estos fondos. Será este lunes, en una reunión sectorial en la que participará la consejera de Hacienda del Principado, Ana Cárcaba, cuando se vayan diseñando la fórmula.

En la reunión de presidentes, Adrián Barbón defendió que estos fondos europeos se utilicen para la transformación de la industria en el proceso de descarbonización en el que estamos inmersos y en la trasformación digital de las industrias. En este punto también defendió financiación para el plan estratégico del naval, en el que participan los astilleros y empresas asturianas.

A la Conferencia de Presidentes llegaba Barbón con la petición de que los excedentes de vacunas de las comunidades sean repartidas con el resto para avanzar en el proceso de vacunación. Una vez iniciado el cónclave, el presidente ddel Gobierno Pedro Sánchez anunciaba la compra de 3,4 millones de dosis de Pfizer para cumplir con el hito de que el 70 por ciento de la población esté inmunizada cuando acabe el verano.

El presidente del Principado aplaudió este nuevo refuerzo de dosis y mantuvo durante su intervención en el cónclave la petición de que sean repartidas las vacunas que no están siendo utilizadas entre aquellas que, como Asturias, están cerca de cumplir el hito marcado. Un sesenta y seis por ciento de los asturianos ya tienen la pauta completa de inmunización y un 75 por ciento ya tienen al menos una dosis.

Barbón insistió en la necesidad de completar la inmunidad de rebaño cuanto antes y lanzó un mensaje de optimismo a los ciudadanos: «Estamos muy cerca de volver a la normalidad, casi la tocamos con la mano. No bajemos la guardia y hagamos el último esfuerzo para salvar vidas».