ALEJANDRO FUENTE
MIERES.
Jueves, 4 de febrero 2021, 01:23
La investigación apunta a que el trágico accidente del pasado lunes en la autovía minera, en el que falleció un guardia civil se debió a un a posible del conductor. ¿Cómo ocurrió? Había señalización antes y después del túneles de San Tirso en ... sentido Mieres y una patrulla alertando del control de seguridad montado por efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC). Fue el propio conductor, tras el atropello -en el que murió Ángel Antonio Ambrosio-, quien dijo en la propia calzada que se despistó mientras buscaba una emisora en la radio del vehículo.
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Ya se han remitido las primeras diligencias al Juzgado de Instrucción número 1 de Mieres, pero prosigue la investigación y esta podría alargarse unas dos semanas más.
El conductor de la furgoneta -además del fallecido, otras tres personas resultaron heridas leves- dio negativo en alcohol y drogas. No obstante, R. M. V., de 48 años, está siendo investigado por la Guardia Civil por la comisión de un presunto delito de homicidio imprudente y otros tres de lesiones.
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El conductor no se percató de que había ese control a pesar de que se habían colocado señales de reducción de la velocidad -a 80 kilómetros por hora- para advertir a los usuarios de la autovía, así como una patrulla mil metros antes del dispositivo de la Guardia Civil. La furgoneta, una Renault Master, se encontró de repente con la cola de coches, que habían reducido su velocidad ante el control. Todo apunta a que el vehículo iba a gran velocidad. Quiso esquivar la caravana y se metió por el arcén provocando la tragedia. Los agentes se vieron sorprendidos ante la maniobra. El primero al que atropelló fue el agente Ángel Antonio Ambrosio Barbero, de 47 años y natural de Mieres, que falleció.
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El conductor no pudo detener la furgoneta de manera inmediata e impactó contra el quitamiedos derecho antes de embestir a uno de los coches patrulla del dispositivo de control. Ahí se produjo el segundo atropello y otro agente resultó herido leve. La furgoneta siguió en marcha y golpeó un turismo que estaba parado, un Opel Astra. Su ocupante, una persona que había sido detenida por un delito contra la salud pública también sufre heridas de carácter leve. Antes de detenerse, llegó a atropellar a un tercer agente, también leve.
Ángel Antonio Ambrosio fue despedido por su familia y compañeros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en un sencillo pero solemne acto en el tanatorio de Murias. Su hermano, Hugo, policía nacional, visiblemente emocionado, dijo falleció cumpliendo con su misión, en acto de servicio; «es a lo que nos enfrentamos cuando salimos en la calle».
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