Comienzan las oposiciones a profesor en Asturias: «Llevo preparándome dos años»

«Hoy es un día importante por todo lo que esta oposición implica para el sistema educativo», señaló la consejera de Educación, Lydia Espina, poco antes de dar comienzo la primera prueba de la oposición, con 6.794 personas inscritas. «Yo creo que nunca antes se habían ofertado tantas plazas», prosiguió la máxima responsable de la educación pública asturiana. La Consejería completará su oferta extraordinaria de empleo público con 479 plazas del cuerpo de maestros, que se sacarán a concurso el año que viene, aunque se abrirá el período de presentación de solicitudes ya en el mes de noviembre. Con todo, Educación estabilizará un total de 1.562 puestos.

Según Espina, «los necesitamos dentro del sistema, porque tener plantillas estables, además de mejorar la calidad de vida de quienes obtienen la plaza, repercute en la calidad» de la educación. La consejera asistió al llamamiento y sorteo de los temas en la especialidad de Inglés. Especialidad en la que ella misma consiguió plaza fija de maestro en su momento. Recordaba hoy que tuvo que presentarse en varias ocasiones a una oposición y, por tanto, sabe por lo que están pasando los aspirantes. Con su presencia en la prueba inicial, quiso «solidarizarse» y «mostrar mi apoyo» tanto a los candidatos como a quienes están haciendo posible este oposición.

Al sacar a concurso plazas en 42 especialidades, se han tenido que constituir 149 tribunales, lo que ha obligado a la Consejería a movilizar a 745 funcionarios titulares y un número de suplentes similar, a los que hay que añadir las más de cien personas que colaboran en la organización de las pruebas. «Un esfuerzo ingente», incidió Lydia Espina, durante su visita a la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, sede elegida para la prueba inicial, junto con el campus de El Cristo en Oviedo. Con ella, el director general de Enseñanzas Profesionales, Javier Cueli.

Hora y media antes de iniciarse la prueba, ya había colas ante las puertas de acceso a los aularios. Lidia W. Pallás repasaba «nerviosa» algunos apuntes. Ella está licenciada en Psicología, aunque trabaja como celadora en el hospital Álvarez Buylla. Ha hecho el máster que le acredita para la docencia y lleva un año preparando la oposición. «Con dos hijos y trabajando a turnos, a ver qué sale», comentaba. Se presenta a la especialidad de inglés, que es su lengua paterna. De hecho, impartió clases durante años en la academia de su padre. «Pero aquí no se tiene en cuenta tanto mi nivel de inglés como mis conocimientos generales sobre los países de habla inglesa y sobre Filología inglesa», precisaba Lidia W. Pallás, a quien «me gustaría dar clases a adolescentes, quizá porque soy psicóloga».

También Ana Belén Santos aspira a unas de las 83 plazas de profesor de inglés que oferta el Principado. Es de Murcia y ha trabajado en León en un campamento de inmersión lingüística. Si se presenta en Asturias es precisamente porque el volumen de puestos que se sacan a concurso en su especialidad es mayor, aparte de su vinculación familiar con la región. «Llevo preparándome dos años y he estado tan metida en el proceso, que ahora mismo ya no sé nada», comentaba, a punto de entrar en el aulario Sur de la Politécnica. «La verdad es que estos últimos días he estado un poco atacada, con nervios», confesaba.

Enfrente, se examinaban los aspirantes de la especialidad de Tecnología. Entre ellos, Adrián Pérez, que lleva cuatro años como interino en cuatro centros diferentes de Formación Profesional. «Me dio tiempo a lo que me dio», señalaba, «así que no estoy nervioso, para qué». Él es, en realidad, experto en Sistemas Eléctricos Automáticos, pero ha decidido probar suerte con Tecnología, rama que entra dentro de su abanico de conocimientos. Si no, «volveré a intentarlo más adelante».

Como él, Mariana Botamino, que es la primera vez que se presenta a una oposición. Ha sacado el máster de especialización docente al mismo tiempo que trabajaba en un centro de estética. Para ella, esta convocatoria es una oportunidad de incorporase al mundo laboral en el ámbito educativo. «Si no saco plaza fija en Tecnología, por lo menos entro en la lista», se conformaba esta mañana. La lista es una bolsa de empleo a la que recurrirá Educación cada vez que necesite un profesor.

De las 42 especialidades en las que oferta plaza el Principado, las que tienen mayor demanda son Geografía e Historia (680 aspirantes), Matemáticas (669), Inglés (616), Lengua Castellana y Literatura (568) y Biología y Geología (524). Por el contrario, Italiano, con 10 candidatos, es una de las menos concurridas, junto con Navegación e Instalaciones Marinas (13), Procesos y Productos de Artes Gráficas (19) e Instalación y Mantenimiento de Equipos Térmicos y de Fluidos (24), las tres correspondientes a Formación Profesional.

La prueba inicial se desarrolló «sin incidentes», aunque llamó la atención el gran número de ausencias que hubo en algunas aulas, donde llegaron a faltar casi un tercio de los candidatos inscritos. El primer ejercicio consistió en desarrollar un tema, a elegir entre varios posibles, que se sortearon previamente al azar. Dos horas duró el examen. Encima de la mesa, los aspirantes sólo podían tener bolígrafo o pluma de color negro o azul. Los dispositivos móviles apagados y fuera del alcance, igual que el resto de enseres personales. Y el pelo debía dejar al descubierto las orejas en todo momento, para evitar así el uso de auriculares.